Malas críticas de Rallo al georgismo
En su libro Contra la renta básica, Juan Ramón Rallo critica el georgismo, pero creo que lo hace mal y os voy a contar por qué. Para ello, eso sí, no voy a defender las ideas de Henry George sino las de georgistas modernos, más refinados, como Lars Doucet.
Ah, e inicialmente esto era un hilo de Twitter que se me ha ido de las manos, así que ya disculparéis el formato esquemático.
Primero, ¿cuál es la idea básica del georgismo? Un impuesto a la tierra "virgen”, sin mejoras. El propio Rallo lo expone bien:
Para contrarrestar estas tendencias monopolísticas de los terratenientes, George proponía recomunitizar [nacionalizar] toda la tierra, si bien se mostraba contrario a recomprárselas o confiscárselas a sus actuales propietarios. En su lugar, proponía sustituir todos los impuestos del Estado por uno único que gravara el valor de mercado de la tierra de tal manera que toda la renta anual de los terratenientes fuera a parar a las arcas del Estado.
Lo de “virgen” es importante. Si tienes un solar y construyes un bloque de viviendas está claro que el precio de la tierra subirá, pero los georgistas no pretenden cobrarte por ello. Simplemente pagarás un impuesto (George decía del 100%, otros lo ponen sobre el 70%) por el “valor” de la tierra que ocupa el edificio. Si queréis, en vez de un impuesto a la tierra lo podéis considerar un impuesto a ocupar una superficie.
La crítica de Rallo
"nuestra crítica girará en torno a dos puntos: el primero, criticar la idea de que los recursos naturales constituyen una propiedad natural del conjunto de la humanidad; el segundo, exponer los errores [...] de los efectos económicos sobre la propiedad de la tierra."
Las críticas morales
Rallo hace 3 críticas distintas:
Que nadie ha dado a la humanidad la propiedad de los recursos naturales
Obvio y poco relevante. En general en esta primera crítica ya aparece uno de los puntos que más me decepcionó al leer este capítulo, que las críticas son muy genéricas.
Aquí Rallo defiende una versión estándar de la teoría libertaria de apropiación originaria que da lugar a la propiedad privada, pero no trata las particularidades de la tierra. Mención especial a
los propios seres humanos estamos constituidos por tierra («polvo eres y en polvo te convertirás»); nuestros átomos no son más que elementos naturales de los que nos hemos «apropiado» en cantidades desiguales (no posee la misma cantidad de átomos el alto que el bajo, el gordo que el flaco, el anémico que el no anémico, etc.): la igual libertad del hombre, por consiguiente, presupone una desigual propiedad de la tierra que constituye a cada ser humano.
lol. lmao incluso.
En esta sección y sin estar completamente relacionado, Rallo critica que con el georgismo un grupo de aborígenes que ocupen unas tierras fértiles muy valiosas para el resto del mundo podrían verse excluidos de sus Tierras Sagradas, puesto que no podrán pagar el impuesto georgista.
Rallo pone esto como algo malo, pero es feature, no bug.
Que la propiedad se adquiere al incorporar cosas a tus planes de acciones, no sólo "al mezclarlas con tu trabajo".
Esto es cierto, pero nuevamente no entra a discutir las particularidades de la tierra. De hecho concede que su adquisición es problemática y se podría limitar.
Nuevamente, Rallo pasa de comentar sobre la tierra a hablar de generalidades, esta sección termina diciendo que " La alternativa a la economía de mercado con propiedad privada es una economía de autosubsistencia asolada por la tragedia de los comunes". Ok, vale, pero es que nadie está proponiendo eso.
En general parece Rallo sólo critica la visión de los georgistas más radicales, que la propiedad de la tierra es lo que se colectiviza (aunque anteriormente reconoce que el propio George se oponía a esta idea). Esta cita de George me parece más ilustrativa, por si quedaban dudas:
No propongo ni comprar ni confiscar propiedades privadas en tierras. El primero sería injusto; el segundo, innecesario. Dejen que las personas que las poseen actualmente sigan manteniendo, si así lo desean, la posesión de lo que les gusta llamar su tierra. Permítales seguir llamándola su tierra. Permitan que compren y vendan, hereden y leguen.
Otra crítica es que los recursos disponibles sí son fruto del trabajo humano. Por ejemplo, hace falta trabajo para realizar una prospección petrolífera.
De nuevo esto es cierto pero poco relevante, porque lo que los georgistas (los más razonables, al menos) proponen es un impuesto a la tierra "sin mejoras", incluidas las relacionadas con descubrir recursos naturales.
Está claro que en el caso de una tierra inexplorada su valor a priori será bajísimo y la mayor parte de los beneficios (si se encuentra petróleo, por ejemplo) irá para los empresarios que se han aventurado en la exploración. Esto es lo que defiende Rallo, pero también es lo que defienden los georgistas.
Otro argumento en esta sección es que no todos los seres humanos llegamos a los sitios a la vez, y los primeros tienen el derecho a apropiarse de la tierra.
No le veo mucha justificación. Es razonable que los primeros tengan derechos especiales de uso, pero no veo pq ser el primero en decir "esto, que no se puede producir, va a ser mío por toda la eternidad" deba darte la propiedad de algo por toda la eternidad. Esto es particularmente absurdo cuando pensamos en la tierra de las grandes ciudades fundadas hace miles de años.
¿Pero esta contra-crítica no es absurda llevada a otros ámbitos?
Sí, pero la tierra es especial. Además no se propone abolir la propiedad sobre la tierra. El primero en llegar seguirá pudiendo decidir qué hacer con ella siempre y cuando pague el impuesto correspondiente.
En general las críticas que hace Rallo en esta sección tienen dos grandes problemas:
Por un lado son críticas genéricas que no tienen en cuenta las particularidades de la tierra.
Por otro lado parecen criticar la nacionalización de la tierra, en vez de lo que el georgismo propone.
Hipótesis: no he leído el resto del libro, pero por la temática está claro que se centra en criticar filosofías desde el punto de vista moral. Mi teoría es que Rallo equipara el cobrar un impuesto con una nacionalización, como los libertarios que equiparan pagar impuestos con la esclavitud (!).
Estas equiparaciones no tienen por qué estar mal y tienen sentido en un ámbito muy concreto, pero prueban mucho menos de lo que demasiada gente cree.
No es lo mismo ser un esclavo y que te obliguen a darle a tu amo una parte de tu salario a que te obliguen a darle “a tu amo” una parte de tu salario.
p→q ¬ (—> (q—>p))
De hecho:
La forma de evitar aquellas ultraminoritarias manifestaciones del régimen de propiedad privada que son claramente lesivas de los legítimos intereses de una persona no se solventan comunitarizando la propiedad de la Tierra (sic), sino apelando al proviso de Locke adecuadamente entendido dentro de un contexto de propiedad privada descentralizada sobre la tierra.
No sé si Rallo utiliza la palabra “comunitarizando la propiedad” como la gente normal o para él es sinónimo de “cobrar un impuesto”.
Las críticas económicas
La primera crítica de Rallo es que la distinción entre tierra “virgen” y las “mejoras” es artificial, porque si tu vecino mejora su tierra entonces su trabajo aumenta el valor de tu tierra virgen.
Esto, de nuevo, es feature, no bug. Los georgistas quieren que esto sea así. Pero es que además distingamos dos cosas. Una cosa es que el valor virgen cambie y otra que el concepto no tenga sentido (que es lo que da a entender Rallo). No hay ninguna contradicción entre tratar el valor del suelo “sin mejoras” y que ese valor pueda cambiar, aunque cambie por mejoras ¡que otra gente haga en su tierra!
Como complemento aquí tenéis una fantástica explicación sobre si puede separarse el valor virgen del artificial:
Más relevante es que si lo que hace mi vecino me obliga a pagar más impuestos entonces eso me genera un incentivo a que le soborne y paralice su inversión.
Esta crítica es cierta y hay que tenerla en cuenta, pero Rallo no compara los órdenes de magnitud.
Para que esto fuera relevante la inversión de tu vecino tendría que aumentar el valor de tu tierra de tal forma que lo que tengas que pagar en impuestos sea MÁS de lo que gana el vecino con su inversión. ¿Cómo de probable es esto?
Imaginaos que levantan una estación de trenes al lado de vuestra casa, lo que hace que mucha gente quiera vivir cerca y dispara el valor de tu tierra. ¿Realmente va a aumentar tanto como para que puedas sobornar a los de la estación para que cancelen la construcción?
Por supuesto, todos los vecinos podrían unirse y hacer una derrama para sobornar a los señores de la estación, pero me cuesta creer que alguien proponga seriamente que los vecinos estimarían el nuevo valor de sus terrenos, verían que salen perdiendo (el valor de sus posesiones sube pero tienen que pagar más impuestos), se coordinen todos los vecinos (aunque también aumente su incentivo a vender su terreno) y entre todos el dinero que tengan que pagar extra en impuestos sea mayor al que van a ganar los promotores de la estación.
Cada una de las partes parece improbable, pero entre todas son una entelequia.
De todas formas, este punto me sirve para ejemplarizar las ventajas del georgismo: ahora existe un incentivo para que te vayas de tu casa, la derruyan y levanten un bloque de 100 pisos para que mucha gente disfrute de la estación de tren. El mercado propiciando una asignación mucho más eficiente de los recursos.
Otra crítica económica es que los georgistas decían que los terratenientes terminarían haciéndose con todas las ganancias del trabajo y el capital.
True, esto es un fallo de los georgistas, pero no del georgismo.
Georgistas actuales simplemente defienden que la situación actual hace que el alquiler sea muy caro y da lugar a una asignación muy ineficiente de los recursos.
Desde luego muchos georgistas defendían esta idea (en parte) por motivos equivocados (como pasa con cualquier persona de cualquier ideología), pero refutar el georgismo implica refutar los mejores argumentos. Algo que por cierto Rallo interioriza perfectamente en otro libro que sí he leído y es magnífico, Anti-Marx.
Vamos ahora con una de las peores críticas económicas de Rallo: que el valor de la tierra es muy pequeño.
Rallo tiene razón en que la tecnología ha reducido la importancia de la tierra (al contrario de lo que pensaba George) pero de ejemplo usa una gráfica que sólo tiene en cuenta las tierras de labranza. Mirad qué pasa si ampliamos la mira:
Es cierto que Rallo ve que los georgistas no hablan sólo (ni siquiera principalmente) de la tierra de labranza. Lo que no comenta es el peso brutal que la tierra (virgen, sin mejoras) tiene.
Vuelve a que el suelo urbano es valioso porque es "urbano". Y sí, esto es cierto. Pero hay gente que sigue recibiendo rentas simplemente por el sustantivo "suelo".
Según Rallo, estos recursos sí se producen (usa explícitamente esa palabra), por ejemplo edificando una ciudad próspera el "suelo valioso" aumenta. Cierto, pero incompleto. Aquí Rallo confunde el "existe" con el "para todos". Sí, puedes levantar una nueva ciudad y producir más "suelo valioso", ¿pero puedes producir más suelo en el centro de Madrid?
Su siguiente crítica (más moral que económica, pero en el libro aparece la última) es comparar la tierra con los talentos naturales. Al fin y al cabo los talentos naturales “también están dados”.
El problema de esta comparación es obvio, los talentos naturales no son inelásticos y sí son sustituibles.
Primero, el número de pianistas genios no está limitado, si tenemos más hijos tendremos más pianistas genios. Y segundo, el talento natural se puede sustituir por el esfuerzo para formar a buenos pianistas.
Es importante ver que un buen pianista es además un sustituto (prácticamente perfecto) de otro buen pianista, en cambio una parcela de tierra en Teruel no es en absoluto substituta de una parcela en el centro de Madrid.
Por supuesto, aunque este no fuera el caso seguiría habiendo diferencias fundamentales, como que con los talentos hay una forma obvia de asignar un dueño. Además no existe forma de separar los talentos naturales de las acciones de los individuos, pero sí es posible hacerlo con la propiedad de la tierra.
Y la siguiente crítica de Rallo es... NINGUNA. De hecho lo que me decepcionó en su día cuando leí esto no fueron las malas críticas (aunque algunas me parecen muy malas), ya que sí hay apuntes valiosos. Me decepcionó lo mucho que se queda por tocar.
En ningún momento habla como un impuesto a la tierra es el único que no tiene "peso muerto" (algo obvio para cualquiera que sepa de diagramas PQ), lo cual es muy relevante dado que Rallo no es ancap y defiende que haya algunos servicios públicos y por lo tanto impuestos.
De hecho, la idea original de George era usar el georgismo para eliminar otros impuestos (como Rallo cita al principio). George era un gran libertario, famoso también por su épica defensa del libre comercio "proteccionismo es hacerte en tiempos de paz lo que tu rival quiere hacerte en tiempos de guerra".
Hubiera estado bien un comentario sobre la opinión de Friedman de que el georgismo es el mejor impuesto:
Tampoco comenta la importancia del status quo sobre la tierra en el precio de los alquileres (y su influencia indirecta en los legisladores, con leyes que empeoran esto mucho más).
No habla, en la línea anterior, de los argumentos georgistas a favor de la asignación más eficiente de recursos (sólo comenta lo dicho del desincentivo a las inversiones, que me parece flojo; y cuando más o menos lo trata parece defender ineficiencias muy claras).
En general me da la sensación de que, por la temática más "filosófica" del libro, Rallo se centra en unos temas muy concretos (con razón a medias) pero realiza una crítica muy superficial al georgismo. Vamos, que no critica al georgismo, sino a una parte concreta de una interpretación poco caritativa.
Dicho esto, estoy completamente seguro de que si tuviera que dedicarle un trabajo a este tema en particular sería mucho más favorable, y desde luego haría críticas mejores.
Vale, me interesa el tema, ¿qué leo? Lo principal es huir de explicaciones de gente fuera de la corriente. Que vuestra primera toma de contacto no sea Rothbard, vaya.
Lo mejor que podéis hacer es leer la serie de entradas de blog de Lars Doucet en el blog de Scott Alexander (hay una parte 0, dejo el link a la primera porque de allí podéis saltar al resto):
Y aunque no lo he leído, creo que su libro es una ampliación de estos blogs. No recomiendo leer a Henry George (yo mismo sólo lo he leído a trozos) porque hay autores modernos que defienden una idea del georgismo mucho más refinada, y desde luego lo hacen con una calidad argumentativa y una cantidad de evidencia empírica muy superior.