El altruismo efectivo (EA desde ahora) es difícil de definir, en parte por ser simultáneamente una filosofía y un movimiento social. En este post voy a tratar de definir y acotar lo primero y comentar lo segundo, todo a raíz del libro “Doing Good Better” que regalaban en físico por aquí. Está lleno de buenas ideas pero también tiene párrafos más terroríficos que cualquier novela de Stephen King.
El EA como filosofía
Desprovisto de las numerosas proposiciones auxiliares que esgrime el movimiento, el EA puede definirse en una simple frase como:
Acciones que realmente ayudan a otros en vez de hacerte sentir bien o ayudar a lucirte. -Steven Pinker
Básicamente se trata de usar la cabeza a la hora de ser caritativo. Quizás tú como músico creas que un grupo de niños huérfanos disfrutaría muchísimo un concierto de música clásica tocada por un pianista famoso, pero probablemente el dinero que eso cueste sería mejor invertido si simplemente se lo dieras en un cheque a los chavales o al orfanato para que arregle las goteras del techo o mejore la calefacción.
Esta simple idea es muy potente. Desde que Darwin publicó su obra magna un número sorprendentemente elevado de científicos y filósofos en las altas esferas del mundillo se preguntaban como podía ser compatible el altruismo con la selección natural. Hoy respondemos a eso con evolución cultural, selección multinivel, teoría de señales y quitando el foco de los individuos para ponerlo en los genes (y memes), pero esas respuestas apuntan a una verdad un tanto incómoda: buena parte del altruismo es un acto meramente egoísta, ya sea por parte de tus genes o por ti mismo. El EA trata lo segundo, frenando nuestro impulso primitivo de usar la caridad como una forma de lucirnos (mostrando nuestra riqueza y supuesta amabilidad), y dirigiendo nuestras acciones hacia hitos menos glamurosos pero mucho más productivos. Aquí el ejemplo con el que empieza el libro:
Si quieres, digamos, mejorar la asistencia a clase de los niños del África tienes varias opciones. Podrías invertir en mejorar el equipamiento de las escuelas y el número de profesores, pero también podrías desparasitar a los niños y darle compresas a las chicas con regla -dos de los principales motivos por los que no van a la escuela cuando tienen la opción de hacerlo. Por el mismo dinero esto último es mucho más efectivo que comprar más libros de texto. Aquí un paper tratando más a fondo la psicología del altruismo (in)efectivo.
Una vez conocido este dato no hay mucha discusión pero, ¿qué pasa si avanzamos un poco más? ¿Y si en vez de preguntar cuál es la forma más eficiente de ayudar a estas personas me pregunto cuál es la forma más eficiente de ayudar, así en general?
Otro de los pilares del altruismo efectivo es este: la expansión del círculo moral. O dicho de otro modo, no limitar nuestra caridad a aquellos que nos son más cercanos (no necesariamente familiares, sino los mendigos de tu ciudad, los pobres de tu país, etc) sino tener en cuenta al resto del mundo. Juntando los dos puntos anteriores llegamos a un resultado inmediato: nuestra caridad debería centrarse en aquellos que peor están a nivel mundial. Se estima que, debido al rendimiento decreciente del dinero (contra más dinero tienes menos utilidad te reporta tener un poquico más), como mínimo $1 rinde 100 veces más en manos del sector más pobre del planeta que en las de cualquiera del primer mundo. Cuando se preguntaba a la gente de países como Reino Unido o Francia los ciudadanos a pie de calle se identificaban con el 70 u 80% más rico del globo, pero de hecho casi cualquier español está en el 95%, lo cual ayuda a explicar de dónde sale semejante multiplicador:
Una pregunta, supongamos que os para por la calle una señora y os da un discurso de un par de minutos para que invirtáis en su empresa contándote a qué se dedica, ¿invertiríais? Así es como se capta buena parte de la caridad, con una persona pidiéndote dinero para su ONG sin ofrecer métricas sobre la efectividad del dinero donado o una comparativa con la competencia. Claro, cuando inviertes estás jugando tu dinero y ves los resultados, pero bajo el marco del EA deberíamos ver la caridad de una forma similar, pues queremos que nuestra ‘inversión’ tenga el máximo rendimiento posible. ¿En qué acciones concretas se cristalizan estas ideas?
Como ya hemos comentado, primeramente en centrar la caridad en aquellos que peor están a nivel mundial.
Comparar los distintos proyectos de filantropía para donar al que haga más bien con menos dinero, teniendo en cuenta otras variables como lo escalable que sea, el margen de mejora, sus costes fijos, etc.
Centrarse en la evidencia empírica sobre la calidad de estas instituciones, usando estudios con grupos de control y análisis randomizado para conocer los mejores proyectos. También es importante diferenciar cuánto bien hace el dinero medio invertido con el dinero marginal1 (los euros extras que vayan a ganar gracias a ti).
Earn to give: por regla general es más eficiente que te centres en ganar dinero en tu trabajo para donarlo luego a que hagas horas de voluntariado en una ONG.
¿Pero podemos comparar las utilidades de distintos proyectos? Es cierto que la utilidad no se puede sumar como un número cualquiera, pero eso no significa que no se pueda comparar. Claramente el mundo es un lugar mejor si mañana se erradicara el hambre que si yo me encontrara 10 céntimos por la calle. Por otro lado existen problemas al hablar de “salvar vidas”. ¿Cómo comparamos la vida de un anciano con la de un joven? ¿O la de un enfermo con la de un sano? Para ello se usa la unidad de medida QALY (quality-adjusted life year), que no es más que un año de vida de una persona sana. Eso se toma como referencia y cuando se trata a un enfermo se dice algo como “tu calidad de vida es la mitad que la de una persona normal”. Lo que se busca es maximizar número de QALYs2. Por cierto, “salvar una vida” equivale por convenio a 36,5 QALYs, y su coste3 es de entre 1000$-2500$4.
Respecto a si podemos conocer los QALYs ‘producidos’ por cada caridad, la respuesta es sí. Además es importante comentar que las formas de caridad más efectivas son cientos de veces más efectivas que las más típicas, y además muy escalables. La Biblia de este movimiento es GiveWell, un grupo enfocado a analizar con rigurosísimos estudios económicos la utilidad de las distintas ONGs. Podéis mirar cuáles son los proyectos más efectivos, pero os lo puedo ahorrar con un resumen sencillo:
Proyectos enfocados a la salud: Medicina para curar la malaria y mosquiteras para prevenirla, estas son las dos primeras en la lista.
En la misma línea: suplementos vitamínicos, vacunas, desparasitación, etc.
Donar dinero directamente para que lo gasten de forma incondicional o usar ese dinero como ‘premio’ o incentivo por temas, nuevamente, relacionados con la salud por regla general (como pagar a alguien por vacunarse o vacunar a sus hijos).
El EA como movimiento social: empieza lo turbio
Creo que ya ha quedado bastante claro de qué hablamos, y supongo que además muchos de vosotros ya conocíais el tema. Ahora hablemos de algo menos bonito, ¿qué debates se tienen en el movimiento concreto? ¿Hay algún axioma auxiliar a los dos comentados anteriormente? ¿Cuánto caso hace esta gente a sus propias ideas? Bien, veámoslo.
La obligación de ayudar
Uno, si no el mayor representante del movimiento del altruismo efectivo es el filósofo Peter Singer, famoso por la siguiente analogía:
Supongamos que de camino al trabajo encuentras a un niño ahogándose en una charca. No hay nadie más que tú para ayudar. Podrías meterte a salvar al chaval a cambio de mancharte el traje de, digamos, $200. ¿Tienes el deber de hacerlo?5
Si la respuesta es sí, ¿cambia si en vez de mancharte el traje tuvieras que presionar un botón que lo salve automáticamente y te quitara los $200 de tu cuenta corriente? Porque eso es muy similar a donar a una de las organizaciones que hemos mentado antes.
Seguro que te han surgido muchas críticas, pero antes de lanzarte a los comentarios dale un par de vueltas (¿importa que haya muchos niños que salvar para no salvar a uno?). Yo en particular soy crítico de este ejemplo pero por motivos algo distintos a los que suelen exponerse, creo que sobrevalora lo que la mayoría de gente está dispuesta a sacrificar para salvar al niño si lo pensara en frío.
El caso, y dejando discrepancias de lado, es que Singer usa este argumento -y alguno otro más- para decir que (casi) todos tenemos una gran “obligación moral” de donar nuestro dinero. Actualmente defiende que deberíamos donar el 10% de nuestros ingresos aunque ha llegado a defender porcentajes bastante más altos6.
La mayoría de seguidores del altruismo efectivo enfatizan la voluntariedad, aunque debido a la heterogeneidad y transversalidad del movimiento (bien nutrido de libertarios y socialdemócratas pro mercado) es común encontrar consignas pro impuestos. Otro tema es la expansión de la caridad a otros ámbitos de nuestra vida, de hecho la organización fundada por el escritor del libro que me ha servido de apoyo, William MacASkill, se llama 80.000 horas porque es el tiempo que vas a dedicar a trabajar, ya que trata -entre otras cosas- de convencer a gente de buscar un trabajo no en base a tus gustos o beneficio personal sino en base al “impacto” que puede hacer en el mundo.
Hedge Funds, esperanza matemática y millonarios cleptómanos
No voy a desarrollar mucho este punto. Uno de los temas favoritos de esta gente son los riesgos existenciales, véase fenómenos muy poco probables pero que podrían tener consecuencias catastróficas (un cambio climático brutal, impacto de un meteorito, holocausto nuclear, IA malvada, etc).
En general se da mucho valor a la esperanza matemática7 y como trataremos más adelante no se aplican descuentos. Es especialmente hilarante el capítulo dedicado a "tu voto tiene muy poca probabilidad de cambiar unas elecciones pero si ocurre los resultados son enormes" para decir que "votar es como donar $1000 a la caridad" (¿me vendería su voto por $900?8).
En la misma línea, en este párrafo podemos leer cómo le han jodido la vida a una pobre chavala:
"Espero fracasar", me dijo Laura Brown mientras dejaba su taza de café. Estudiante de segundo curso de Filosofía, Política y Economía (PPE), Laura había leído recientemente un artículo en el que se hablaba de las posibilidades de que un estudiante de PPE fuera elegido diputado. La investigación la convenció de seguir una carrera política. "Lo más probable es que no llegue a ser una política de altos vuelos. Pero podría hacer tanto bien si lo consiguiera que creo que merece la pena correr el riesgo", me dijo Laura.
Esto ha sido utilizado para justificar la inversión de alto riesgo (con la idea de donar las ganancias) siendo el fraude de FTX de la mano del pelocho este -uno de los mayores representantes del movimiento del EA también-:
Dijo alguien quien no recuerdo y no he podido localizar en 30” en Google que “el problema de vivir en una sociedad libertaria sería que habría muchos libertarios”. Magnífico. 10/10. Lo mismo pasa con el altruismo efectivo. No ayuda a que haya cierta tendencia a pitofriar cada vez más, alejándose de la idea original (ser autómatas sin sentimientos) para caer mejor a la alta sociedad de California, y a Twitter; con Open Philantropy siendo un ejemplo clarísimo. Recomiendo mucho este artículo del polémico Richard Hanania sobre el tema:
La gran expansión del círculo moral
Ya hemos mencionado que un pilar del altruismo efectivo es aprovechar el rendimiento decreciente de la utilidad del dinero para donar a los que menos tienen, haciendo así un mayor bien.
Esta idea ha sido llevada a todos los extremos por parte de los pensadores del EA, sobre todo por estas dos vías:
Extender esta idea para paliar el sufrimiento animal. Un % estadísticamente significativo de esta gente es vegano. No hay un consenso en el descuento que un QALY animal tiene respecto al de un humano pero no han sido pocas las veces que he visto acabar con las granjas de pollo una prioridad por encima de la erradicación de la malaria.
Edit: la cosa ha llegado tan lejos como para poner en el centro de mira la ayuda a… paliar el sufrimiento de las gambas.
No aplicar descuento temporal. Tratar a los humanos del futuro como a los del presente. Sacrificar a una persona hoy si salva a dos personas mañana, o dentro de 100 años. A partir de aquí nos podemos poner más o menos frikis para hacer propuestas (y creedme si os digo que hay gente que se ha puesto muy friki).
Un ámbito particularmente hilarante por lo enrevesado de los argumentos y lo idos de la olla que están algunos es el de la “ética poblacional”, de donde viene la famosa “conclusión repugnante”.
Por complementar: “¿Puede el altruismo efectivo evitar caer en el absurdo?”.
Ayudar a los más necesitados, ¿tan bueno como dicen?
Este es el motivo por el que he escrito el post. Ayudar a los más necesitados. Suena bien, ¿no? Quiero decir, si vas a ayudar a alguien que a ti ni te va ni te viene, ¿por qué ayudar a Paco cuando Kirikú vive con un 50vo de su renta?
Pero no es tan sencillo. Los recursos son limitados y elegir ayudar a alguien es elegir no hacerlo con otro, un ejemplo del libro y muy común en el movimiento:
[…] entrenar y proporcionar un perro guía a una persona ciega cuesta unos 50.000 dólares, algo que mejoraría considerablemente su calidad de vida. Sin embargo, si pudiéramos utilizar esos 50.000 dólares para curar completamente la ceguera de alguien, el dinero se emplearía aún mejor, ya que se obtendría un mayor beneficio por el mismo coste. 50.000 dólares no sólo bastan para curar la ceguera de una persona en el mundo en desarrollo, sino que bastan para curar la ceguera de quinientas personas si se gastan en cirugía para prevenir la ceguera de los enfermos de tracoma (una infección bacteriana que hace que los párpados se vuelvan hacia dentro, provocando que las pestañas arañen la córnea). Cualquier programa que cueste cien dólares para curar la ceguera se habría financiado íntegramente en los países ricos hace décadas.
Dicho esto, el altruismo efectivo no sólo busca dirigir ‘correctamente’ las futuras obras de caridad, también corregir las que se están llevando a cabo ahora mismo. Y es ahí donde veo que los defensores del altruismo efectivo -por suerte- no terminan de creeré sus teorías.
Si les preguntas por el caso anterior te dirán que no uses el dinero en entrenar al perro, pero basta un vistazo a los presupuestos generales de cualquier Estado para ver enormes partidas de caridad de las que pocas veces veo comentarios. Y sí, he dicho de caridad. Todas las prestaciones no contributivas lo son, aunque sea caridad a punta de pistola.
Volviendo al ejemplo anterior, ¿y si en vez de entrenar un perro guía sacamos el dinero de quitar el ingreso mínimo vital a una familia con todos sus miembros en paro? O de dejar de pagar una pensión a una anciana que no pudo trabajar por el machismo de su época. O cualquier tratamiento médico caro (aunque esto es más discutible porque simplemente no existe un criterio para decir si los impuestos que pagamos actúan de seguro médico o son caridad). El caso es que creo que se entiende, hay algo intuitivamente horrible en retirar esas partidas para financiar mosquiteras en el África.
Por motivos obvios el altruismo efectivo se suele presentar con los casos de mayor contraste, comparando con programas disparatados que han dilapidado millones de dólares sin conseguir apenas resultados. Y aunque es cierto que eso existe, también existen programas muy valiosos, aunque infinitamente menos que lo que podría financiarse con ese dinero invertido, de nuevo, en mosquiteras. En filosofía se dice que uno “muerde la bala” cuando se le plantea una conclusión intuitivamente repugnante a sus premisas y la acepta. “Sí, que le jodan a la viuda. Lo siento mucho pero con su ayuda al alquiler podríamos salvar a 3 niños al año en Camboya”.
¿Conclusión?
No tengo mucho que comentar. En general me gusta el EA. De verdad. Es además muy común ver además libertarios americanos metidos allí, probablemente porque entre estos dos grupos se aprecia un alto nivel de autismo9.
Se suele criticar al EA por ignorar el ‘cambio institucional’ y decir que deberíamos centrarnos más en impulsar el libre comercio10 (o lo contrario, hay abanico para todos) y cosas así, pero otro de los puntos que me gusta del movimiento es poner atención en qué puede hacer el individuo marginal en vez de enamorarse de quimeras. Aquí una review (crítica) del libro por Amia Sirnivasan (una de las más prominentes filósofas progresistas de nuestra época) y la réplica de Scott Alexander (no sé cómo calificarlo, pero seguidlo en su Substack, hacedme caso).
Y sí, estamos ante un movimiento muy autista, y no lo digo con segundas o malas intenciones, eso salido de mi boca suele ser un halago. Me declaro fan de los estudios sobre la eficacia de estas organizaciones y probablemente mi participación de ellas es y será algo más alta que la persona promedio, pero sigo prefiriendo donar al tuerto que toca el acordeón en el paseo marítimo de donde veraneo. Del mismo modo una tarde la empleé en embalar cajas para enviar ayuda humanitaria a Ucrania por la guerra, pese a que podría haber usado ese tiempo para trabajar dando clases particulares y donar ese dinero a ya sabéis qué.
Ah, acabo de acordarme del subtítulo del post, esta línea la escribo varios días después del resto del texto. ¿Por qué me parece una secta? Del vídeo de Peter Singer del principio:
Recibí un correo, decía “el martes pasado doné anónimamente un riñón”. Dijo que lo hizo en parte influenciado por mi libro, lo que hizo que me sintiera un poco avergonzado ya que… yo mantengo mis dos riñones. Por suerte también comentó que “no me parece para tanto. Estimo que el valor de eso es equivalente a donar $5000 a la Fundación contra la Malaria”. Eso me hizo sentir mejor, porque yo les he donado más de $5000.
Así que si se sienten culpables por tener dos riñones todavía hay una manera en la que pueden salvarse.
Escalofríos con la última frase.
Curioso. Muchos sentimientos encontrados. Se queda un final raro para un post, pero creo que es el final idóneo para un comentario sobre este movimiento.
Edit: con el paso del tiempo el grupo de gente que se llama a sí misma “altruistas efectivos” se ha movido muchísimo de salvar niños en África de morir de malaria a combatir el desarrollo tecnológico en IA para salvar a la humanidad del apocalipsis, lo cual hace que el subtítulo de esta entrada “Por qué es una secta que me gusta” deje de ser cierto.
Un ejemplo. ¿Cuántas vidas salva un médico a lo largo de su carrera? Si cogemos cuántas vidas se salvan en un periodo de tiempo y lo dividimos por el número de médicos llegamos que torno a unas 70, pero esto es el médico medio, no el marginal.
Supongamos que tenemos a 100 pacientes y 100 médicos, cada médico sólo puede atender a un paciente. La mitad de estos pacientes tiene una enfermedad mortal y la otra mitad un catarro, y un médico es capaz de curar ambas. Si despedimos a la mitad de los médicos, ¿cuánta gente morirá por su enfermedad? Nadie. Simplemente los 50 médicos que quedan se reorganizarán para curar a los más necesitados -los 50 con enfermedad mortal-. Si en ese caso contratamos a un médico más (el médico ‘marginal’), ¿cuántas vidas se salvan? Ninguna, simplemente se cura un catarro.
Esto puede chocar con lo dicho anteriormente de “ayudar a los más necesitados”. Supongamos que tenemos a dos jóvenes de 20 años, uno de ellos con alguna enfermedad degenerativa. Asumiendo que vivirían lo mismo, aunque el segundo con peor calidad de vida, si alguien les apunta con una pistola y nos dice que sólo podemos salvar a uno, ¿a quién elegimos? Según esta métrica salvaríamos al hombre sano porque estaríamos ‘salvando’ un mismo tiempo de vida pero con mayor calidad (luego mayor QALY).
Entiéndase “coste” por la cantidad que habría que donar a las organizaciones más eficientes para conseguirlo.
Tener en cuenta que esto de los QALY sigue siendo limitado. ¿Es mejor ofrecer 0,000035 QALY a 1.000.000 personas o 30 QALY a una sola? Pese a que con lo primero se consiguen más QALYs en mi opinión lo segundo es preferible. Al final cuando se trabaja con números tan pequeños y difusos veo razonable aplicar un descuento, y bastante importante.
Y no. No puedes quitarte el traje y salvarlo de gratis. Ni ir a buscar otra ayuda. Ni exigirle a los padres del niño que te lo paguen. Ni… En fin, no seáis ese tipo de personas que ponen pegas a los escenarios hipotéticos que no tiene nada que ver con el tema a tratar.
Probablemente ahora simplemente mienta y vea más utilitarista decir que 10% es el óptimo, para no echar a nadie atrás. Bryan Caplan sobre ese tema aquí.
La esperanza es la probabilidad de que ocurra algo multiplicada por los resultados, por ejemplo si juego cara o cruz, ganando $5 si sale cara y pagando $7 si sale cruz la esperanza matemática del juego es: E=0.5*5$+0.5*(-7$)=-1$. Se interpreta como la cantidad de $ que ganarías si jugaras muchas veces.
Gracias por el comentario, Cata
Curiosamente, aunque la filosofía libertaria está fundamentada con mucha solidez en el deontologismo (Nozick), los libertarios exhiben tendencias utilitaristas con más frecuencia que el resto del espectro político. La hipótesis principal es que los libertarios son más “autistas” en el sentido de que se atienen a la lógica y no se dejan influir por las emociones, lo que les hace ser utilitaristas pero también seguir y adscribir principios deontológicos (que se expresan en formas de axiomas, razonamientos y consecuencias). Estudio sobre la psicología libertaria aquí.
Lo que escribes es tela. Muy buen artículo, te hace reflexionar bastante. Enhorabuena como siempre