Si quieres engañar a alguien la receta es sencilla: coge un tema cualquiera en el que tu interlocutor no esté familiarizado pero del que no sea un desconocedor total, invéntate un par de tecnicismos que sean engorrosos de comprobar empíricamente, añade algún nombre propio y si aún quedan dudas narra un relato sobre cómo son otros los que tratan de engañarte y tú eres alguien con pensamiento crítico que no acepta dogmáticamente la verdad oficial. ¿Funciona? Bueno, ¿por qué creéis que el lema de MediaMakt es “Yo no soy tonto”?
Por desgracia para ti pero por suerte para el resto la mayoría de gente no caerá, pero tampoco tiene por qué caer. Y sobre eso va esta entrada: crear una mentira es complicado, así que si tuvierais que estafar a una persona, ¿en qué dedicaríais más energía? ¿En fabricar la mentira o en buscar la víctima idónea? Lo segundo es bastante más eficiente. Tal y como apunta Michael Shermer, un gran estudioso de las conspiraciones, las mejores conspiraciones tienen en común el ser sorprendentemente simples y con un número muy reducido de nombres propios. Tiene sentido. Crear una mentira muy elaborada sólo es factible para engañar a quienes estén dispuestos a indagar en ella, quienes no lo estén caerían igual con una mentira muy simple; pero son justamente los más dispuestos a indagar los menos propensos a caer. Al final la verdad no necesita a nadie que la defienda y la realidad es su mejor abogado. Un premio nobel podría tratar de convencer a unas cuantas personas de que la Tierra es plana, pero por muy basto que sea su conocimiento el mero hecho de estar equivocado constituye un obstáculo de gran calado.
Como iba diciendo, en vez de fabricar una compleja red de humo es mejor buscar a alguien que se pueda creer cualquier cosa. Esto no es un trabajo tan sencillo, pero en el mundo hay tanta gente que con que un porcentaje muy pequeño caiga uno puede extraer grandes beneficios. Concretamente voy a exponer dos casos clarísimos: las cartas nigerianas y la religión mormónica.
A prueba de tontos
Las cartas nigerianas, también conocidas como estafas 419 -código penal de Nigeria que castiga esto-, son cartas, correos, llamadas, whatsapps , etc, que te llegan prometiendo dinero a cambio de un pequeño ingreso con excusas como:
Buenos días.
Le escribo para comunicarle que su tía Ermenegilda de Alemania ha fallezido, dejando una herencia de 700.000 libras a su nombre. Lamento mucho su pérdida, nosotros no enkargamos de los trámites: ingrese 250 euros a la siguiente cuenta bancaria (domiciliada en las Islas Mauricio o una aldea rural de Monte León) para pagar los costes del trámite y facilitaremos enseguida la herencia. Un saludo.
Y esta es una historia realista dentro de este tipo de estafas.
El caso es que *casi nadie puede caer en esto, pero claro, a ti conque un par de personas caigan ya te han hecho el agosto, recuerda que eres un prepúber de algún poblado sudafricano con internet pero sin agua corriente. Tampoco te interesa hacer la estafa muy intrincada y que alguien con mucho tiempo libre se ponga a investigar como reto intelectual, así que es muy común que estas estafas compartan tres características:
Son muy cortas, de apenas un par de párrafos.
Son muy obvias, cualquier persona normal pasa de ellas y ni se molesta en denunciar.
Y lo que nos importa: están llenas de faltas de ortografía. De nuevo, un filtro a prueba de tontos, literalmente.
Por lo general la estafa tiene varias etapas y tras realizar el primer ingreso te dirán que ha habido un problema, un malentendido o alguna tasa extra para sacarte más cuartos. Si has caído en lo primero es muy probable que caigas aquí, no hacerlo sería desperdiciar el pago anterior. Es justamente porque es más eficiente pedir dos pagos de $250 que uno de $500 -a mayor cantidad mayor es la probabilidad de que no pague- que es importante seleccionar presas que no duden a lo largo de todo el proceso. Para un europeo es más probable tener una tía rica desconocida en Alemania que en Nigeria, pero los estafadores buscan a aquellos ya no que puedan caer en el timo de la tía alemana y salirse antes de realizar todos los pagos, sino los que caen con la tía nigeriana.
"Una redacción menos extravagante que no mencionara a Nigeria seguramente reuniría más respuestas totales y respuestas más viables, pero generaría una ganancia general más baja", dijo Hurley.
El año pasado, un nigeriano fue encarcelado durante 12 años después de estafar $1.3 millones.1
Mormones
Si con estafas es importante, con sectas, cultos y religiones lo es aún más. El peor enemigo de un creyente no es el gentil, es el hereje. Comprensible, tus seres queridos son los que más daño pueden hacerte, y desde un punto de vista más estratégico tener a gente por ahí que reniega de tu grupo con argumentos de primera mano es de todo menos bueno. Antes de seguir y si no estáis muy familiarizados con los mormones os invito a ver esta fantástica pieza audiovisual (de la mano de una chica bastante mona, por cierto):
Las religiones, cultos, sectas y similares tienen un desafío añadido a los estafadores: deben cohesionar su grupo. Mucho, pero que mucho, muchísimo, se ha escrito sobre como las creencias absurdas y ciertas penalizaciones aparentemente irracionales -como no comer cerdo (y no es por la triquinosis)- son muy efectivas para separar el “ellos” del “nosotros” y mantener un grupo funcional. El caso es que hay un episodio en los textos mormónicos que me llamó mucho la atención (y que South Park también parodia) y establece un paralelismo claro con las estafas nigerianas.
Contexto: la religión mormónica se cimenta en un señor, Joseph Smith, que encontró unas tablas de oro en América, lugar al que Jesús fue tras su muerte, y que un ángel le traducía. Sólo él tenía acceso a las tablillas.
Bueno, el caso es que Josh andaba traduciendo las tablillas cuando un amigo cogió unas páginas para enseñárselas a su mujer, la cual dijo “¿y cómo sabes que no te está engañando?”. La mujer escondió las hojas aludiendo que si Josh estaba realmente traduciendo unas tablillas que se había encontrado sería capaz de traducirlas a la perfección de nuevo.
Bueno, esa es la versión de South Park, la del Book of Mormon es algo diferente -las páginas se pierden y Josh tiene una visión en la que alguien las roba para realizar la treta de antes- pero vamos con esa porque es más sencilla y no perdemos generalidad.
¿Qué hizo Josh ante esa situación? Dado el contexto del post estoy seguro que muchos estaréis pensando en algo como “y, en efecto, las tradujo de nuevo a la perfección”, pero, ¿recordáis lo que he dicho antes de que no vale con apelar a alguien que pueda creer tener una tía rica alemana, sino una nigeriana? Lo que sigue es exactamente eso: Josh le pregunta a Dios qué debe hacer y éste le responde que no haga nada, que las páginas que se habían perdido eran algo redundantes y que mejor hagan un Book of Mormon: Abridged.
Este episodio me parece fascinante porque es la propia religión la que te pone el caso de alguien que duda y plantea una forma totalmente razonable de salir de dudas… ¡y te dicen en la cara que tranqui, que no te preocupes! Desde luego si alguien no sale corriendo al oír esa parte es que va a tragar con todo, un filtro espectacular que minimiza las probabilidades de traición.
Conclusión
En un post anterior traté el por qué somos más racionales de lo que parecemos, y cómo existe una explicación a muchos fenómenos aparentemente estúpidos, como plantear estafas con escenarios estrafalarios y faltas de ortografía. Las gacelas más hábiles saltan delante de los leones, gastando energía y tiempo delante de su depredador, para comunicarles “mira la energía que tengo, tengo tanta que me sobra, mejor ve a por las gacelas que no están saltando, si no lo hacen es porque no pueden”. En teoría de juegos existe el concepto de quemar tu puente, cortar tu ruta de escape para hacer creíble la amenaza de que si te tocan irás con todo.
Mucha gente, especialmente entre los conspiranoicos con los que hemos abierto este post (¿ahora entendéis por qué?) buscan patrones e intencionalidad o función donde no los hay. Que esto no nos eche atrás a la hora de buscarlos, podemos encontrarlos en los sitios menos esperados, aunque siendo escépticos no sólo de si hay patrones que no vemos, sino de si estamos viendo algo donde no lo hay.
https://www.nzherald.co.nz/business/nigerian-scam-letters-intentionally-unbelievable-study/YMOAR6RXX42YIPJJJWNVZKRWAU/