Discussion about this post

User's avatar
Requiem I's avatar

Cuando los liberales defienden la ausencia de fronteras estatales están dando a entender que los actuales territorios fronterizos, las zonas comunes y la vía pública no serían de nadie o que sus dueños serían personas con una sensibilidad liberal aperturista.

Pero si los liberales defienden la pluralidad de puntos de vista, la universalidad de los derechos, la propiedad privada (individual y comunal) y la libertad de asociación, entonces, por definición, deben garantizar tanto (i) la facultad del propietario de excluir a otras personas del acceso a su propiedad como (ii) la extensión del privilegio de autoorganización de las urbanizaciones privadas al resto del territorio.

Se puede replicar que los acuerdos voluntarios con cualquiera de los miembros de la comunidad gozan de prioridad, pero no parece legítimo que la decisión de uno de ellos prevalezca sobre las preferencias del resto en caso de que resulte necesario atravesar primero sus propiedades. O dicho en términos más generales, un acuerdo entre A y B no proporciona la autoridad para invadir el dominio moral inatacable de C y, menos aún, en ausencia de un acuerdo previo.

Se puede contraargumentar que los derechos fundamentales no son ilimitados y todo el mundo debe ceder parte de su control (servidumbre de paso) para evitar una restricción severa de los intercambios y de la libertad de acción. Sobre esto, me gustaría hacer varias puntualizaciones:

El argumento no es deontológico. Desde la perspectiva del liberalismo, las intervenciones de corte consecuencialista deben tener un carácter excepcional

La servidumbre de paso no debería suponer un serio quebranto para los derechos individuales de los (co)propietarios: por ejemplo, sería lícito impedir el acceso a una persona que tiene intención de robar o con una enfermedad muy contagiosa.

La servidumbre de paso, como su propio nombre indica, otorgaría únicamente el derecho a cruzar la propiedad para perfeccionar la asociación: no implica un derecho a comerciar o de estadía mientras los copropietarios no lo permitan.

El argumento asume implícitamente que antes de acceder al territorio debe formalizarse un acuerdo con alguno de los dueños. Nótese que buena parte de los inmigrantes actuales entran antes de subscribirlo o de ser invitados.

En general, la simple mejora material no es una razón suficiente para permitir el tránsito de personas porque se acabaría justificando una fuerte redistribución de renta y otras conculcaciones del derecho de propiedad y de autoorganización de los miembros de la comunidad. La anulación extrema e irreversible de la capacidad de agencia de las partes involucradas es la restricción que me parece más razonable a las decisiones de los propietarios (por ejemplo, un vecino no puede sitiar indefinidamente la vivienda habitual de otro).

En suma, salvo casos excepcionales, el ejercicio de los derechos individuales no puede quebrantar inicial y activamente los derechos individuales de terceros.

¿Y qué ocurre con los criterios de entrada en las actuales sociedades estatales? En principio, como el territorio fronterizo y la mayoría de las vías públicas son estatales, no parece injustificado que el Parlamento establezca estos criterios. Ahora bien, dado que el Estado no es una asociación voluntaria y su ámbito territorial suele ser enorme, el diseño de estos requisitos debería estar o bien muy descentralizado (una mayor proximidad con los intereses de los ciudadanos permitiría una elevada variedad de criterios y sería un proxy de una situación de copropiedad privada del territorio) o bien, cuando la política migratoria recaiga en la Administración Central, habría que evitar en la medida de lo posible decisiones arbitrarias (es decir, los requisitos de entrada podrían ser muy duros o muy laxos, pero idénticos para todas las personas).

Es bueno recurrir al consenso entrecruzado para conocer la solidez de una postura, pero el problema es que se puede dar la vuelta a lo que señalas:

-Regla de Oro. Del mismo modo que no me gusta que me impidan asociarme con las personas que quiero, tampoco me gusta que me obliguen a asociarme con quien no deseo, ni tampoco perder poder de decisión sobre mi propiedad y los órganos de gobernanza de las zonas comunes (plazas, calles, carreteras…).

- Caridad cristiana. No rechaza por defecto a nadie, pero existe un orden de prevalencia (primero otros cristianos, la familia y los naturales de la comunidad). Recomiendo la sección de la Suma teológica donde se habla sobre la caridad, la Carta a los Gálatas y la encíclica Deus caritas est. El conocido ius peregrinandi et degendi era un argumento elaborado a posteriori por los juristas de la Escuela de Salamanca para justificar la conquista. No creo que lo hubiesen defendido en caso de que los amerindios hubiesen llegado antes a España.

-Liberalismo. Ya lo he explicado.

-Principio de diferencia/ deber de auxilio. 800 millones de chinos no han salido de la pobreza extrema emigrando a Occidente, sino comerciando y creando las instituciones adecuadas.

-Utilitarismo/ incremento de la renta per cápita mundial. Varias cosas al respecto:

En términos fiscales, suele haber un efecto composición entre la inmigración occidental y no occidental: los primeros son contribuyentes netos durante toda la vida y los segundos receptores netos. El Gobierno danés ha hecho interesantes estudios al respecto.

George Borjas también tiene potentes estudios sobre el impacto no fiscal (contribución de la inmigración al incremento de la renta per cápita nativa) y los resultados no son nada halagüeños para las clases medias y bajas. Se puede señalar que la situación de los inmigrantes mejora, pero no es verdad que los nativos siempre ganen con la inmigración y estaría por ver su impacto a largo plazo. Además, los estudios son para EEUU con una gran capacidad para atraer talento, en lugar de países con mercados laborales y educativos más disfuncionales como el nuestro.

Hay múltiples causas que explican la reducción de la criminalidad, pero sería más informativo un gráfico con las tasas de criminalidad de los extranjeros y de los nativos o, mejor aún, las tasas de criminalidad de las culturas del honor (estructura social básica de clan, banda y familia extensa) y las culturas de la dignidad (estructura social básica individuo y familia nuclear).

Aunque, como digo, los criterios de entrada pueden ser increíblemente exigentes o laxos, la deportación puede ser un castigo penal apropiado en un régimen de fronteras estatales abiertas siempre que se garantice la igualdad con los nativos. Por ejemplo, si a un nativo le sancionaran con 20 años de cárcel por un asesinato, a un extranjero le podrían sancionar con 15 años + deportación.

Los cambios profundos en la demografía tienen un impacto sustancial en las instituciones formales e informales. Todos tenemos la misma dignidad intrínseca, pero ni todos somos iguales, ni somos hojas en blanco, ni piezas de Lego perfectamente intercambiables. Los liberales, salvo casos muy excepcionales, tienen unos conocimientos muy pobres de biodiversidad humana.

Joseph Henrich explica detalladamente cómo el liberalismo surgió en Europa por unas diferencia notables en los valores psicológicos (individualismo, inconformismo, confianza en extraños) con respecto a otras regiones del mundo.

Por otro lado, las personas de origen extranjero votan de forma aplastante a la izquierda (salvo alguna excepción que veremos en el siguiente punto) y la naturalización se ha convertido en un arma política de primer nivel: si no puedes cambiar a tus gobernados, cambia de gobernados. Es cierto que unos criterios muy duros de concesión de la ciudadanía son compatibles con las fronteras abiertas, pero parece bastante probable que cuántos más extranjeros haya, más extranjeros tendrán derecho a voto por una mera cuestión numérica.

Para finalizar, los liberales también sufren de determinados sesgos:

-Sesgo exo grupo. Este sesgo consiste en la preferencia de grupos étnicos ajenos sobre el propio. Se trata del rasgo psicológico de apertura al cambio y de confianza en extraños llevado al paroxismo con nulo sentido de autopreservación. Recomiendo el ensayo “The American White Savior Complex” de Zach Goldberg.

- La defensa de las fronteras abiertas adquiere en muchas ocasiones la forma de creencia de lujo, un término acuñado por el genial Rob Henderson. Las creencias de lujo son ideas muy contagiosas para ganar estatus y que generan importantes costes a los demás. La élite gana con un subclase de trabajadores en constante reemplazo y suelen vivir en urbanizaciones cerradas con importantes restricciones al tránsito de personas y vehículos.

No es de extrañar que las clases populares nativas reniegan cada vez más de las posturas progresistas o que el voto hispano de los estados fronterizos se esté decantando por el partido republicano.

A veces el karma se la devuelve a esta gente. Mira lo que ocurrió durante la final de la Champions en Saint Denis. La gente guapa y bien sufrió en sus propias carnes las bondades del multiculturalismo que tanto pregonan. Por ejemplo, el fundador de Jazztel estuvo a un tris de declararse admirador del pintor austriaco cuando las manadas de magrebíes amedrentaron a su familia.

En suma, lo que estoy proponiendo es extender este privilegio de autoorganización de las “gated community” al resto del territorio estatal antes de que sea demasiado tarde. Eso sería el verdadero orden liberal en lugar de la canción Imagine de John Lennon.

Expand full comment
6 more comments...

No posts