Inmigración: Todos los caminos llevan a Roma
Sobre por qué la libre circulación de personas es lo correcto desde *casi todas las teorías éticas
Un experimento mental
Matías está vagando hambriento por el desierto. Vislumbra a lo lejos un oasis en el que hay un pequeño asentamiento mercantil y se dispone a ir para comprar comida con unas monedas que lleva. Al llegar, un guardia le impide el paso sin dar un motivo concreto, como resultado Matías muere de hambre.1
¿Es el guardia un asesino? Probablemente. Quizás tenía un buen motivo para no dejar pasar a Matías tal que su muerte fuera un mal menor. En cualquier caso podemos estar todos de acuerdo en que para prohibirle el paso es necesario una buena razón. Matías no pedía ayuda, él iba a comerciar. Tampoco iba a obligar al resto a comerciar con él. Mucha gente consideraría asesinos a los mercaderes si, en ese caso, no le hubieran regalado comida. Aún más gente lo haría si incluso se hubieran negado a comerciar con él. Pero no es el caso que estamos tratando
.
En la vida real a mucha gente se le impide realizar este tipo de tratos con los mercaderes. En particular y salvo honrosas excepciones entre países como los de la UE (entre ellos) un extranjero tiene prohibido firmar un contrato laboral, y en algunos casos incluso un contrato de arrendamiento de una vivienda, a no ser que pase una serie de trámites, por lo general largos, costosos y con beneficios paulatinos. Es común escuchar “si tanto quieres que vengan inmigrantes tenlos tú”, pero -salvo excepciones y engorroso trámite mediante- esto también es ilegal, lo hagas por caridad o cobrando. Estas medidas restrictivas son además extremadamente populares en la población local. La metáfora con Matías no tiene la función de defender las fronteras abiertas, pero sí de dejar claro un punto: si quieres restringir los movimientos de alguien debes tener un buen motivo. “Lo siento, este es otro país” es equivalente al asesinato.
Mi objetivo en esta entrada no es tanto hacer una defensa de la inmigración libre, sino dejar en claro que al hablar de este tema operan sesgos que claramente vemos en otros temas. Sí analizaré por encima las críticas de sostenibilidad financiera y de aumento de la criminalidad, por ser éstos los más comunes. Sin embargo el punto más relevante es el último, en el que haré una defensa de la libre inmigración desde muy distintas teorías éticas, sin entrar a debatir cuál de estas teorías es más correcta. Al fin y al cabo si todos los caminos llevan a Roma elegir el más corto es una preocupación secundaria. Para ello me valdré del libro guionizado por Bryan Caplan, Open Borders (no os dejéis engañar por ser un cómic, su contenido es del máximo rigor).
La condena de Friedman
“Una cosa es tener inmigración libre para trabajar. Otra cosa es inmigración libre para recibir welfare (bienestar entendido como servicios e ingresos públicos). Y no puedes tener ambas. Si tienes Estado del Bienestar, si tienes un Estado que garantice a cada residente un nivel mínimo de ingresos o de subsistencia, independientemente de que trabaje o no, eso es imposible.”
-Milton Friedman
Países como Estados Unidos o Argentina se hicieron grandes superpotencias con fronteras abiertas, EEUU de hecho las mantuvo hasta la década de 1920. Claro que el Estado del Bienestar era menor en aquel entonces. Aunque “vienen a quitarnos nuestros trabajos” pueda ser una crítica más común no voy a tocarla porque quedaría una entrada demasiado larga y en parte trataré su vertiente ética más adelante (podéis consultar la vertiente económica en Open Borders, tan sólo requiere analizar diagramas de oferta y demanda). Volviendo a la frase de Friedman, ¿cuánto nos cuestan los inmigrantes? Los ingresos netos del Estado a lo largo de toda la vida del inmigrante desde que llega hasta que muere en EEUU son2 :
Jóvenes sin la secundaria: +35.000$
Jóvenes con la secundaria: +239.000$
Viejos (>65) sin la secundaria: -257.000$
Viejos con la secundaria: -164.000$
Un número positivo significa que aporta más de lo que recibe. Vemos que los inmigrantes jóvenes -que suelen ser los más criticados en otros aspectos- tienen superávit fiscal, así que al menos en ese sector de la población (el más numeroso) Friedman no sólo estaba equivocado, la realidad es todo lo contrario. Si salimos de EEUU a países con sistemas de pensiones de reparto como España el saldo es mucho más positivo pues el sistema fiscal es mucho más dependiente de que haya gente joven trabajando.3
Claro, el mercado laboral de EEUU es una excepción en el mundo, me diréis. Y es cierto. No deja de parecerme curioso como, sin embargo, al poner el tema de la inmigración sobre la mesa se critique éste y no nuestro mercado laboral. Ojo, aún con la tasa de paro actual la inmigración sería positiva -los inmigrantes no sólo toman trabajo, también demandan-. Queda un tema pendiente pero lo trataré en un apartado posterior.
Vienen a delinquir
La criminalidad de los inmigrantes suele ser mayor que la de los nativos. Me había molestado en preparar gráficos con los datos del INE pero creo que no es siquiera necesario. En España, por ejemplo, los africanos (sin corregir por edad, renta y sexo) tienen una tasa de criminalidad 4,71 veces mayor a la española, mientras que los americanos 2,414; que aumentaría considerablemente si desagregáramos los datos de América del Norte y del Sur. Famosos son los casos de Francia y Suecia con la inmigración, en un momento vamos con ello. Ahora bien, en EEUU esos inmigrantes -en su mayoría de América del Sur- tienen tasas de criminalidad menores a la población local5 (y sus tasas de paro son también menores), ¿por qué? Echemos un vistazo a estos dos papers:
Lift the Ban? Initial Employment Restrictions and Refugee Labour Market Outcome6
The Violent Legacy of Conflict: Evidence on Asylum Seekers, Crime, and Public Policy in Switzerlan7
El primer paper trata las restricciones laborales a los inmigrantes que demandaban asilo, pero me quiero centrar en el segundo paper. En él comparan la reacción de los distintos cantones suizos ante la inmigración -incluyendo la de demandantes de asilo por guerras, el grupo migratorio con mayor tasa de criminalidad y con diferencia-. ¿Conclusiones? Los cantones que no impusieron restricciones laborales (y por lo general ofrecían menos ayudas públicas) tuvieron tasas de delincuencia mucho, mucho menores.
Pongo el caso de Suiza porque más allá de las distintas políticas que toman sus cantones no se les puede acusar de gran heterogeneidad. Algo parecido vemos en Suecia, un país que ha afrontado la ola migratoria con un masivo sistema de ayudas públicas8 (en especial la asignación universal por hijo) que termina con una población inmigrante con tasas de paro mucho mayores a la local y recluida en guetos, zonas dónde las ayudas -en especial a la vivienda- sean mayores. En EEUU encontramos todo lo contrario, pero ver este fenómeno de manera tan clara en un país tan pequeño como Suiza creo que tiene más valor. Con estos casos concluimos que el problema está en el sistema político -y no en la raza, cultura o pobreza-, lo positivo es que si hay voluntad es algo muy sencillo de arreglar.
De todas formas, éste no es mi argumento principal. En España cuando la banda terrorista ETA estaba activa cualquier vasco tenía una probabilidad de cometer un crimen -ponderada por los posibles efectos del mismo- mucho más alta que otros españoles o inmigrantes, sin embargo se hubiera considerado una locura cerrar las fronteras dentro del país. Éste es un caso claro en el que la criminalidad se usa como excusa para justificar una discriminación nacional-extranjero. Si se puede/debe discriminar por criminalidad que se haga, pero asumiendo todas las consecuencias de ello.
De todas formas (otra vez) este tampoco es mi argumento principal para esta sección, echemos un vistazo a la siguiente gráfica:
Aquí podemos ver dos cosas interesantes para el tema que nos atañe. En primer lugar es probable que hayáis visto gráficas con altísimas pendientes respecto a los delitos en Francia o Suecia. Bien, una vez ponemos eso en perspectiva la historia es muy distinta. Los países europeos tienen tan pocos delitos violentos -en este caso homicidios- que es fácil manipular con gráficas de variaciones en periodos cortos de tiempo. Dicho esto, ¿alguien considera la criminalidad a la hora de emigrar a EEUU? Si tu problema con los inmigrantes es que tienes miedo de que a ti o a los tuyos os pase algo deberías estar (literalmente) cientos de veces más asustado de emigrar a EEUU que de permitir a los inmigrantes del resto del mundo venir aquí. La tarea de analizar los flujos migratorios para ver la importancia que le damos con nuestras acciones a tales datos se la dejo al lector9.
De todas formas (otra, otra vez) mi argumento principal tampoco es ese. Cuando se da la criminalidad de los inmigrantes se suele decir algo así como “el 30% de los delitos los cometen ellos, pese a ser el 10% de la población”. Aquí hay un claro problema. Si queremos discriminar a alguien -y hay veces en las que puede ser positivo o incluso necesario- no debería importarnos cuántos con X característica -pongamos, africanos- hay entre los criminales, sino cuántos africanos SON criminales. En términos de probabilidad bayesiana distinguiríamos P(africano|criminal) -léase “probabilidad de ser africano si ha cometido un crimen”- de P(criminal|africano) -”probabilidad de haber cometido un crimen siendo africano”-. El dato que se suele dar es el primero, el que nos interesa es el segundo. Como está quedando muy largo voy a finalizar con una pregunta:
¿A partir de qué probabilidad de delinquir ve usted justificado impedir el paso a alguien? Dicho de otro modo, el ~99,99% de los españoles no ha cometido un delito de peso, mientras que el ~99,95%10 de los inmigrantes tampoco. Si lo separamos por nacionalidad la cosa no cambia mucho, así que, ¿a cuánto debería bajar ese 99,95% para justificar la prohibición?
Keyhole solutions
Una central térmica contamina. Incluso si usted no cree en absoluto en el cambio climático antropológico estará de acuerdo en que un pueblo cercano a la central podría quejarse, al fin y al cabo la emisión de ese tipo de gases tiene repercusiones en el IQ11, o aunque sea te mancha la ropa tendida. ¿Cerramos la central? Obviamente no. Pero se le puede pedir algún tipo de compensación al pueblo cercano (impuesto pigouviano) o que tome medidas para reducir la emisión de contaminantes. A este tipo de soluciones se les llama “keyhole”, que no sé traducir al español y que quede bien.
No voy a desarrollar en profundidad, sólo espero que en la pequeñísima parte de la población que está radicalmente a favor de las fronteras abiertas estén sobrerrepresentados los médicos, porque de lo contrario veremos brazos amputados por romperse un dedo.
Antes hemos comentado el peso fiscal de los inmigrantes. En ese aspecto nadie debería tener problema con los jóvenes, con amplias aportaciones a las arcas del Estado, pero los mayores de 65 tienen déficits importantes. ¿Les prohibimos venir? Y digo yo, ¿no es más fácil recortarles a ellos concretamente el Estado del Bienestar?12 Keyhole solution. ¿País africano #43 está exportando miles de terroristas últimamente? Prohibición selectiva y pedir amplia información a los candidatos a inmigrar. Keyhole solution. ¿Cierto grupo votará medidas populistas extremas para beneficio propio?13 Prohibamos a los licenciados en Bellas Artes votar. Keyhole solution. Lo último es broma, mejor prohibamos a los licenciados en Bellas Artes.
El que justo con la inmigración se tomen posturas tan radicales es un claro sesgo del jinete y el elefante de Jonathan Haidt14: primero decidimos que no queremos inmigrantes, luego tratamos de justificarlo a posteriori como bien podamos.
Todos los caminos llevan a Roma
El único objetivo del tocho de texto anterior era amilanar al lector -que haya aguantado tanto- para este punto, que es el que de verdad me interesa. Voy a pasar a citar 6 de las teorías éticas más populares y cómo todas ellas apoyan sin paliativos la libre migración, además trataré cuáles no lo hacen, para que el lector decida su bando:
Utilitarismo: “Maximiza la felicidad/placer/bienestar total”. Se estima que un mundo con fronteras abiertas doblaría el PIB actual15. Incluso en el caso en el que la población local saliera ligeramente perdiendo -no lo es- el aumento en los estándares de vida de tantas personas sería tan brutal que el neto es claramente pro inmigración.
Igualitarismo rowlsiano: “Debemos prestar especial atención a los que menos tienen”. De nuevo, aquellos en países pobres son los que menos tienen. Las fronteras abiertas son un caso de hyper-altruismo efectivo -¡aunque también tenga grandes beneficios para los locales!-.
Liberalismo: “De cada cual como elija, a cada cual como sea elegido”. No hay mucho que decir aquí, todo libertario debería defender mi derecho de firmar un contrato laboral o de arrendamiento con cualquier persona. Algunos se oponen porque los inmigrantes no han financiado algunos bienes públicos, pero eso es absurdo. Si fuera un argumento válido prohibiríamos todo tipo de viajes -inmigración, turismo, de trabajo, etc- y ya no entre países, sino entre localidades (¿qué hace un madrileño pisando esta acera que pagamos entre todos los zaragozanos?).
Meritocracia: “El mejor trabajo para la mejor persona”. Aquí tampoco hay mucho que comentar, si un inmigrante está más cualificado -en sentido amplio: actitud y aptitud- que tú, no tienes derecho a meterte de por medio. Los defensores de la meritocracia16 deberían estar por definición abiertos a la competencia.
11vo mandamiento cristiano: “Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti”. Parecería extraño que gente que se llama a sí misma “Iglesia Universal” impongan restricciones al movimiento basadas en meros accidentes históricos, más cuando a nadie le gusta que se las pongan a él.
Imperativo kantiano: “Trata a cada persona no como un medio sino como un fin en sí mismo”. Los argumentos que hemos tratado antes eran puramente instrumentales -me va a salir caro, me va a delinquir, etc- pero un auténtico kantiano debería ignorar eso, pues el resto no son herramientas para su felicidad.
Sé que ha sido algo muy breve, pero sinceramente creo que no hay mucha discusión. ¿Qué éticas sí se oponen a la inmigración -sin ser esta una de sus premisas, obviamente no voy a tratar el fascismo-?
Sólo se me ocurren tres coherentes que cumplan la premisa anterior, si se os ocurre alguna más podéis dejarla en los comentarios:
El comunismo de Estado: una entidad central dirige la economía. Para que esto sea posible es necesario tener una población controlada y monitorizada, no puedes hacer cálculo económico con variables que desconoces, menos sí requieres una precisión astronómica como éstos necesitan.
Decrecimiento, primitivismo y similares: básicamente ideologías que buscan activamente anteponer otras cosas a los seres humanos. Suelen oponerse a la libre circulación de personas y mercancías bien porque enfada a la Pachamama bien porque les resulta antinatural, o algo parecido.
Positivismo: el positivista piensa que lo bueno/correcto es lo que esté escrito en la Ley, sin darle mucha o ninguna importancia al contenido, aunque en la mayoría de casos sí se la dan al proceso. Para ellos el único problema con Hitler fue que no jugó 100% limpio en las elecciones, y quizás que le dio por meterse con países fuera de su jurisdicción.
Conclusión
Históricamente todos conocemos casos de países que han usado a los inmigrantes como grandes cabezas de turco. Aunque tales reproches hoy siguen siendo comunes, en especial en temas económicos, diría que el rechazo visceral a la inmigración es el motivo principal de que se enarbolen tales discursos, que luego trata de racionalizarse. La psicología evolucionista no tiene muchos problemas en explicar por qué sentimos rechazo a juntarnos con “los otros”, por suerte tampoco tiene problemas en explicar la dominación histórica del hombre sobre la mujer y lo hemos superado con sobresaliente.
En este post no he hablado de choques culturales, que es la última bala en el revólver de quienes se oponen a la inmigración. Quizás lo trate de manera más extensa en otro post, pero un simple hecho: cuando la gente del primer mundo emigra del campo a la ciudad o a otros países más ricos, ¿cuánto peso le da al porcentaje de inmigrantes en su nuevo destino? “La inmigración no es un tema puramente económico”. Cierto, pero no conozco a ningún turolense que haya rechazado una gran oferta laboral en Madrid porque haya más inmigrantes.
Antes de exigir draconianos controles migratorios piense tres cosas: ¿el problema que tengo es real? Consulte la literatura académica, si lo es, ¿es relevante? Ponga los datos en contexto, con largas series temporales y espaciales. Si persiste piense: ¿hay una solución mejor?
Resumen de la metáfora de Michael Huemer sobre inmigración
Bryan Caplan, Zach Weinersmith, OPEN BORDERS: The Science and Ethics of Immigration
Invito al lector a leer los informes sobre la proyección del sistema de pensiones español para 2050 de la AIReF. En particular “Previsiones demográficas: una visión integrada” y “Modelo AIReF de proyección del gasto de pensiones en España”
Cálculos propios a partir de los datos de delitos y población del INE. De nuevo, sin corregir por edad, sexo o renta.
Alex Nowrasteh, Andrew C. Forrester, and Michelangelo Landgrave, “llegal Immigration and Crime in Texas”. Datos extrapolables al resto de Estados, se suele usar Texas por ser el Estado que más información provee.
Fasani et al, "Lift the Ban? Initial Employment Restrictions and Refugee Labour Market Outcomes"
Mathieu, Veronica Petrencu, Dominic Rohner, Mathias Thoenig, "The Violent Legacy of Conflict: Evidence on Asylum Seekers, Crime, and Public Policy in Switzerland."
Encontraréis un buen resumen en Anton Ahlén, Joakim Palme, “Migrants’ Access to Social Protection in Sweden”
Datos disponibles en datosmacro.com. ¡No os olvidéis de ajustarlos por población!
A ojo de buen cubero, probablemente la diferencia sea menor, pero no es el caso que nos atañe
Xin Zhang, Xi Chen, and Xiaobo Zhang, “The impact of exposure to air pollution on cognitive performance”
Algunos critican estas acciones diciendo que o les atendemos como a nativos o no les dejamos pasar, por cuestiones de “dignidad”. Vaya gilipollez.
Como curiosidad, en EEUU los inmigrantes son de media ligeramente más conservadores que los locales y ligeramente más -léase con acento inglés- liberales (socialdemócratas) en temas económicos. Referencias en Open Borders, de Caplan.
Jonathan Haidt, “The righteous mind”
Resumen de la literatura en: https://openborders.info/double-world-gdp/
Bala para quién saque el argumento del significado original de la palabra “meritocracia”
Cuando los liberales defienden la ausencia de fronteras estatales están dando a entender que los actuales territorios fronterizos, las zonas comunes y la vía pública no serían de nadie o que sus dueños serían personas con una sensibilidad liberal aperturista.
Pero si los liberales defienden la pluralidad de puntos de vista, la universalidad de los derechos, la propiedad privada (individual y comunal) y la libertad de asociación, entonces, por definición, deben garantizar tanto (i) la facultad del propietario de excluir a otras personas del acceso a su propiedad como (ii) la extensión del privilegio de autoorganización de las urbanizaciones privadas al resto del territorio.
Se puede replicar que los acuerdos voluntarios con cualquiera de los miembros de la comunidad gozan de prioridad, pero no parece legítimo que la decisión de uno de ellos prevalezca sobre las preferencias del resto en caso de que resulte necesario atravesar primero sus propiedades. O dicho en términos más generales, un acuerdo entre A y B no proporciona la autoridad para invadir el dominio moral inatacable de C y, menos aún, en ausencia de un acuerdo previo.
Se puede contraargumentar que los derechos fundamentales no son ilimitados y todo el mundo debe ceder parte de su control (servidumbre de paso) para evitar una restricción severa de los intercambios y de la libertad de acción. Sobre esto, me gustaría hacer varias puntualizaciones:
El argumento no es deontológico. Desde la perspectiva del liberalismo, las intervenciones de corte consecuencialista deben tener un carácter excepcional
La servidumbre de paso no debería suponer un serio quebranto para los derechos individuales de los (co)propietarios: por ejemplo, sería lícito impedir el acceso a una persona que tiene intención de robar o con una enfermedad muy contagiosa.
La servidumbre de paso, como su propio nombre indica, otorgaría únicamente el derecho a cruzar la propiedad para perfeccionar la asociación: no implica un derecho a comerciar o de estadía mientras los copropietarios no lo permitan.
El argumento asume implícitamente que antes de acceder al territorio debe formalizarse un acuerdo con alguno de los dueños. Nótese que buena parte de los inmigrantes actuales entran antes de subscribirlo o de ser invitados.
En general, la simple mejora material no es una razón suficiente para permitir el tránsito de personas porque se acabaría justificando una fuerte redistribución de renta y otras conculcaciones del derecho de propiedad y de autoorganización de los miembros de la comunidad. La anulación extrema e irreversible de la capacidad de agencia de las partes involucradas es la restricción que me parece más razonable a las decisiones de los propietarios (por ejemplo, un vecino no puede sitiar indefinidamente la vivienda habitual de otro).
En suma, salvo casos excepcionales, el ejercicio de los derechos individuales no puede quebrantar inicial y activamente los derechos individuales de terceros.
¿Y qué ocurre con los criterios de entrada en las actuales sociedades estatales? En principio, como el territorio fronterizo y la mayoría de las vías públicas son estatales, no parece injustificado que el Parlamento establezca estos criterios. Ahora bien, dado que el Estado no es una asociación voluntaria y su ámbito territorial suele ser enorme, el diseño de estos requisitos debería estar o bien muy descentralizado (una mayor proximidad con los intereses de los ciudadanos permitiría una elevada variedad de criterios y sería un proxy de una situación de copropiedad privada del territorio) o bien, cuando la política migratoria recaiga en la Administración Central, habría que evitar en la medida de lo posible decisiones arbitrarias (es decir, los requisitos de entrada podrían ser muy duros o muy laxos, pero idénticos para todas las personas).
Es bueno recurrir al consenso entrecruzado para conocer la solidez de una postura, pero el problema es que se puede dar la vuelta a lo que señalas:
-Regla de Oro. Del mismo modo que no me gusta que me impidan asociarme con las personas que quiero, tampoco me gusta que me obliguen a asociarme con quien no deseo, ni tampoco perder poder de decisión sobre mi propiedad y los órganos de gobernanza de las zonas comunes (plazas, calles, carreteras…).
- Caridad cristiana. No rechaza por defecto a nadie, pero existe un orden de prevalencia (primero otros cristianos, la familia y los naturales de la comunidad). Recomiendo la sección de la Suma teológica donde se habla sobre la caridad, la Carta a los Gálatas y la encíclica Deus caritas est. El conocido ius peregrinandi et degendi era un argumento elaborado a posteriori por los juristas de la Escuela de Salamanca para justificar la conquista. No creo que lo hubiesen defendido en caso de que los amerindios hubiesen llegado antes a España.
-Liberalismo. Ya lo he explicado.
-Principio de diferencia/ deber de auxilio. 800 millones de chinos no han salido de la pobreza extrema emigrando a Occidente, sino comerciando y creando las instituciones adecuadas.
-Utilitarismo/ incremento de la renta per cápita mundial. Varias cosas al respecto:
En términos fiscales, suele haber un efecto composición entre la inmigración occidental y no occidental: los primeros son contribuyentes netos durante toda la vida y los segundos receptores netos. El Gobierno danés ha hecho interesantes estudios al respecto.
George Borjas también tiene potentes estudios sobre el impacto no fiscal (contribución de la inmigración al incremento de la renta per cápita nativa) y los resultados no son nada halagüeños para las clases medias y bajas. Se puede señalar que la situación de los inmigrantes mejora, pero no es verdad que los nativos siempre ganen con la inmigración y estaría por ver su impacto a largo plazo. Además, los estudios son para EEUU con una gran capacidad para atraer talento, en lugar de países con mercados laborales y educativos más disfuncionales como el nuestro.
Hay múltiples causas que explican la reducción de la criminalidad, pero sería más informativo un gráfico con las tasas de criminalidad de los extranjeros y de los nativos o, mejor aún, las tasas de criminalidad de las culturas del honor (estructura social básica de clan, banda y familia extensa) y las culturas de la dignidad (estructura social básica individuo y familia nuclear).
Aunque, como digo, los criterios de entrada pueden ser increíblemente exigentes o laxos, la deportación puede ser un castigo penal apropiado en un régimen de fronteras estatales abiertas siempre que se garantice la igualdad con los nativos. Por ejemplo, si a un nativo le sancionaran con 20 años de cárcel por un asesinato, a un extranjero le podrían sancionar con 15 años + deportación.
Los cambios profundos en la demografía tienen un impacto sustancial en las instituciones formales e informales. Todos tenemos la misma dignidad intrínseca, pero ni todos somos iguales, ni somos hojas en blanco, ni piezas de Lego perfectamente intercambiables. Los liberales, salvo casos muy excepcionales, tienen unos conocimientos muy pobres de biodiversidad humana.
Joseph Henrich explica detalladamente cómo el liberalismo surgió en Europa por unas diferencia notables en los valores psicológicos (individualismo, inconformismo, confianza en extraños) con respecto a otras regiones del mundo.
Por otro lado, las personas de origen extranjero votan de forma aplastante a la izquierda (salvo alguna excepción que veremos en el siguiente punto) y la naturalización se ha convertido en un arma política de primer nivel: si no puedes cambiar a tus gobernados, cambia de gobernados. Es cierto que unos criterios muy duros de concesión de la ciudadanía son compatibles con las fronteras abiertas, pero parece bastante probable que cuántos más extranjeros haya, más extranjeros tendrán derecho a voto por una mera cuestión numérica.
Para finalizar, los liberales también sufren de determinados sesgos:
-Sesgo exo grupo. Este sesgo consiste en la preferencia de grupos étnicos ajenos sobre el propio. Se trata del rasgo psicológico de apertura al cambio y de confianza en extraños llevado al paroxismo con nulo sentido de autopreservación. Recomiendo el ensayo “The American White Savior Complex” de Zach Goldberg.
- La defensa de las fronteras abiertas adquiere en muchas ocasiones la forma de creencia de lujo, un término acuñado por el genial Rob Henderson. Las creencias de lujo son ideas muy contagiosas para ganar estatus y que generan importantes costes a los demás. La élite gana con un subclase de trabajadores en constante reemplazo y suelen vivir en urbanizaciones cerradas con importantes restricciones al tránsito de personas y vehículos.
No es de extrañar que las clases populares nativas reniegan cada vez más de las posturas progresistas o que el voto hispano de los estados fronterizos se esté decantando por el partido republicano.
A veces el karma se la devuelve a esta gente. Mira lo que ocurrió durante la final de la Champions en Saint Denis. La gente guapa y bien sufrió en sus propias carnes las bondades del multiculturalismo que tanto pregonan. Por ejemplo, el fundador de Jazztel estuvo a un tris de declararse admirador del pintor austriaco cuando las manadas de magrebíes amedrentaron a su familia.
En suma, lo que estoy proponiendo es extender este privilegio de autoorganización de las “gated community” al resto del territorio estatal antes de que sea demasiado tarde. Eso sería el verdadero orden liberal en lugar de la canción Imagine de John Lennon.