Cuando los liberales defienden la ausencia de fronteras estatales están dando a entender que los actuales territorios fronterizos, las zonas comunes y la vía pública no serían de nadie o que sus dueños serían personas con una sensibilidad liberal aperturista.
Pero si los liberales defienden la pluralidad de puntos de vista, la universalidad de los derechos, la propiedad privada (individual y comunal) y la libertad de asociación, entonces, por definición, deben garantizar tanto (i) la facultad del propietario de excluir a otras personas del acceso a su propiedad como (ii) la extensión del privilegio de autoorganización de las urbanizaciones privadas al resto del territorio.
Se puede replicar que los acuerdos voluntarios con cualquiera de los miembros de la comunidad gozan de prioridad, pero no parece legítimo que la decisión de uno de ellos prevalezca sobre las preferencias del resto en caso de que resulte necesario atravesar primero sus propiedades. O dicho en términos más generales, un acuerdo entre A y B no proporciona la autoridad para invadir el dominio moral inatacable de C y, menos aún, en ausencia de un acuerdo previo.
Se puede contraargumentar que los derechos fundamentales no son ilimitados y todo el mundo debe ceder parte de su control (servidumbre de paso) para evitar una restricción severa de los intercambios y de la libertad de acción. Sobre esto, me gustaría hacer varias puntualizaciones:
El argumento no es deontológico. Desde la perspectiva del liberalismo, las intervenciones de corte consecuencialista deben tener un carácter excepcional
La servidumbre de paso no debería suponer un serio quebranto para los derechos individuales de los (co)propietarios: por ejemplo, sería lícito impedir el acceso a una persona que tiene intención de robar o con una enfermedad muy contagiosa.
La servidumbre de paso, como su propio nombre indica, otorgaría únicamente el derecho a cruzar la propiedad para perfeccionar la asociación: no implica un derecho a comerciar o de estadía mientras los copropietarios no lo permitan.
El argumento asume implícitamente que antes de acceder al territorio debe formalizarse un acuerdo con alguno de los dueños. Nótese que buena parte de los inmigrantes actuales entran antes de subscribirlo o de ser invitados.
En general, la simple mejora material no es una razón suficiente para permitir el tránsito de personas porque se acabaría justificando una fuerte redistribución de renta y otras conculcaciones del derecho de propiedad y de autoorganización de los miembros de la comunidad. La anulación extrema e irreversible de la capacidad de agencia de las partes involucradas es la restricción que me parece más razonable a las decisiones de los propietarios (por ejemplo, un vecino no puede sitiar indefinidamente la vivienda habitual de otro).
En suma, salvo casos excepcionales, el ejercicio de los derechos individuales no puede quebrantar inicial y activamente los derechos individuales de terceros.
¿Y qué ocurre con los criterios de entrada en las actuales sociedades estatales? En principio, como el territorio fronterizo y la mayoría de las vías públicas son estatales, no parece injustificado que el Parlamento establezca estos criterios. Ahora bien, dado que el Estado no es una asociación voluntaria y su ámbito territorial suele ser enorme, el diseño de estos requisitos debería estar o bien muy descentralizado (una mayor proximidad con los intereses de los ciudadanos permitiría una elevada variedad de criterios y sería un proxy de una situación de copropiedad privada del territorio) o bien, cuando la política migratoria recaiga en la Administración Central, habría que evitar en la medida de lo posible decisiones arbitrarias (es decir, los requisitos de entrada podrían ser muy duros o muy laxos, pero idénticos para todas las personas).
Es bueno recurrir al consenso entrecruzado para conocer la solidez de una postura, pero el problema es que se puede dar la vuelta a lo que señalas:
-Regla de Oro. Del mismo modo que no me gusta que me impidan asociarme con las personas que quiero, tampoco me gusta que me obliguen a asociarme con quien no deseo, ni tampoco perder poder de decisión sobre mi propiedad y los órganos de gobernanza de las zonas comunes (plazas, calles, carreteras…).
- Caridad cristiana. No rechaza por defecto a nadie, pero existe un orden de prevalencia (primero otros cristianos, la familia y los naturales de la comunidad). Recomiendo la sección de la Suma teológica donde se habla sobre la caridad, la Carta a los Gálatas y la encíclica Deus caritas est. El conocido ius peregrinandi et degendi era un argumento elaborado a posteriori por los juristas de la Escuela de Salamanca para justificar la conquista. No creo que lo hubiesen defendido en caso de que los amerindios hubiesen llegado antes a España.
-Liberalismo. Ya lo he explicado.
-Principio de diferencia/ deber de auxilio. 800 millones de chinos no han salido de la pobreza extrema emigrando a Occidente, sino comerciando y creando las instituciones adecuadas.
-Utilitarismo/ incremento de la renta per cápita mundial. Varias cosas al respecto:
En términos fiscales, suele haber un efecto composición entre la inmigración occidental y no occidental: los primeros son contribuyentes netos durante toda la vida y los segundos receptores netos. El Gobierno danés ha hecho interesantes estudios al respecto.
George Borjas también tiene potentes estudios sobre el impacto no fiscal (contribución de la inmigración al incremento de la renta per cápita nativa) y los resultados no son nada halagüeños para las clases medias y bajas. Se puede señalar que la situación de los inmigrantes mejora, pero no es verdad que los nativos siempre ganen con la inmigración y estaría por ver su impacto a largo plazo. Además, los estudios son para EEUU con una gran capacidad para atraer talento, en lugar de países con mercados laborales y educativos más disfuncionales como el nuestro.
Hay múltiples causas que explican la reducción de la criminalidad, pero sería más informativo un gráfico con las tasas de criminalidad de los extranjeros y de los nativos o, mejor aún, las tasas de criminalidad de las culturas del honor (estructura social básica de clan, banda y familia extensa) y las culturas de la dignidad (estructura social básica individuo y familia nuclear).
Aunque, como digo, los criterios de entrada pueden ser increíblemente exigentes o laxos, la deportación puede ser un castigo penal apropiado en un régimen de fronteras estatales abiertas siempre que se garantice la igualdad con los nativos. Por ejemplo, si a un nativo le sancionaran con 20 años de cárcel por un asesinato, a un extranjero le podrían sancionar con 15 años + deportación.
Los cambios profundos en la demografía tienen un impacto sustancial en las instituciones formales e informales. Todos tenemos la misma dignidad intrínseca, pero ni todos somos iguales, ni somos hojas en blanco, ni piezas de Lego perfectamente intercambiables. Los liberales, salvo casos muy excepcionales, tienen unos conocimientos muy pobres de biodiversidad humana.
Joseph Henrich explica detalladamente cómo el liberalismo surgió en Europa por unas diferencia notables en los valores psicológicos (individualismo, inconformismo, confianza en extraños) con respecto a otras regiones del mundo.
Por otro lado, las personas de origen extranjero votan de forma aplastante a la izquierda (salvo alguna excepción que veremos en el siguiente punto) y la naturalización se ha convertido en un arma política de primer nivel: si no puedes cambiar a tus gobernados, cambia de gobernados. Es cierto que unos criterios muy duros de concesión de la ciudadanía son compatibles con las fronteras abiertas, pero parece bastante probable que cuántos más extranjeros haya, más extranjeros tendrán derecho a voto por una mera cuestión numérica.
Para finalizar, los liberales también sufren de determinados sesgos:
-Sesgo exo grupo. Este sesgo consiste en la preferencia de grupos étnicos ajenos sobre el propio. Se trata del rasgo psicológico de apertura al cambio y de confianza en extraños llevado al paroxismo con nulo sentido de autopreservación. Recomiendo el ensayo “The American White Savior Complex” de Zach Goldberg.
- La defensa de las fronteras abiertas adquiere en muchas ocasiones la forma de creencia de lujo, un término acuñado por el genial Rob Henderson. Las creencias de lujo son ideas muy contagiosas para ganar estatus y que generan importantes costes a los demás. La élite gana con un subclase de trabajadores en constante reemplazo y suelen vivir en urbanizaciones cerradas con importantes restricciones al tránsito de personas y vehículos.
No es de extrañar que las clases populares nativas reniegan cada vez más de las posturas progresistas o que el voto hispano de los estados fronterizos se esté decantando por el partido republicano.
A veces el karma se la devuelve a esta gente. Mira lo que ocurrió durante la final de la Champions en Saint Denis. La gente guapa y bien sufrió en sus propias carnes las bondades del multiculturalismo que tanto pregonan. Por ejemplo, el fundador de Jazztel estuvo a un tris de declararse admirador del pintor austriaco cuando las manadas de magrebíes amedrentaron a su familia.
En suma, lo que estoy proponiendo es extender este privilegio de autoorganización de las “gated community” al resto del territorio estatal antes de que sea demasiado tarde. Eso sería el verdadero orden liberal en lugar de la canción Imagine de John Lennon.
Estoy de acuerdo con que uno en su propiedad puede excluir a quien quiera, pero desde luego la vía pública no es propiedad privada de nadie. Supongamos que toda España se descentralizase y privatizara; si no hay unanimidad respecto a este tema, ¿qué regla agrega las preferencias de los propietarios? Si encuentras esa regla, ¿qué potestad tiene sobre los que ya son propietarios? ¿Pueden el resto echar a uno? ¿A su hijo, si cuando se privatizó España no había nacido? ¿Pueden votar -con la regla que sea- que los rubios no pueden caminar por la plaza del pueblo? ¿Sólo si no son propietarios? ¿O a los que tengan una copia de "Estado, Anarquía y Utopía" en su casa?
Quizás en un pueblo de 50 personas se podría hacer, lo que no puedes es limitar la inmigración ahora argumentando que el Estado representa la voluntad de todos los españoles y se limita a imitar lo que cada uno haría con su propiedad privada.
Un sistema de fronteras abiertas ya arbitra esas decisiones de una forma bastante eficiente, a mi parecer. Si mucha gente no quiere relacionarse con ellos -en sentido amplio, incluyendo contratos laborales y de comercio- simplemente no vendrán. En cambio si hay gente dispuesta a arrendarles casas, darles trabajo y comerciar con ellos significa que tanto rechazo no tenían. Este método tiene el extra de que es a prueba de hipocresía porque los propietarios toman decisiones actuando y recibiendo beneficios o pérdidas en carne propia y de forma directa, en vez de votando. Y como siempre digo las acciones hablan más fuerte que las palabras.
Otros temas rápidos:
-No existe brecha entre inmigrantes occidentales y no occidentales a la hora de ser pagadores netos de impuestos más allá de que, por ejemplo, un moro tenga más hijos y cierto país -como Suecia- de ayudas por hijo. En ese caso debemos quejarnos de las ayudas, no de la inmigración. En Suiza la peor inmigración posible -Oriente Medio + guerra- fue pagadora neta y con tasas de criminalidad muy similares a la de los nativos -que ya de por sí son un pueblo muy pacífico-
-Estoy de acuerdo con lo de las deportaciones, aunque prefiero los tratados de extradición para no encarcelarlo aquí los 15 años. Otra solución sería un sistema penal donde el reo pagara su estancia, en cuyo caso me da igual.
-Los inmigrantes tienen unos votos muy parecidos a los locales -algo más a la izquierda en temas económicos y a la derecha en sociales-. Y si que votaran a la izquierda fuera un argumento deberíamos exiliar a los licenciados en Bellas Artes. En todo caso, como comento, el factor más relevante y con diferencia es la edad del inmigrante.
-Es cierto que mucha gente defiende la inmigración libre como idea lujosa y que muchos trabajadores están en contra. Los primeros usan malos argumentos y los segundos están equivocados.
Antes de nada, muchas gracias por tu interesantísima réplica, perdón por la tardanza y creo que hacia el final de mi comentario anterior, me fui calentado un poco. No me lo tengas en cuenta xd. Me arrepiento de haber escrito "manadas" de magrebíes.
Empecemos. Lo que es del común sí es de algún. En un orden liberal pata negra y congruente con sus principios habría que iniciar un proceso de desestatalización de la propiedad. Todo está sujeto a privatización: calles, carreteras, plazas, bosques, ríos etc.
El régimen de propiedad ideal para gestionar este tipo de bienes que son difíciles de dividir es la propiedad privada comunal. No es una quimera. Nuestras propias comunidades de vecinos, las urbanizaciones privadas o las instituciones de origen medieval que estudia Elinor Ostrom son buenos ejemplos de cómo la sociedad civil puede gestionar este tipo de bienes.
El proceso de privatización no está exento de problemas, pero tampoco es imposible. Por ejemplo, una plaza o una calle puede pertenecer a los propietarios de los bloques de viviendas adyacentes. Ellos serían los nuevos copropietarios o condueños de la calle.
Este proceso no implicaría la expulsión de extranjeros. Primero, porque muchos ya son propietarios, segundo, porque se puede aplicar una amnistía o leyes que no tenga un carácter retroactivo para los que accedieron ilegalmente.
La privatización resuelve el problema de la agregación de preferencia ya que si algún sistema de gobernanza no es exitoso sus efectos no se repercuten a terceros y sirven de ejemplo a los demás.
¿Y qué pasa en las actuales comunidades políticas donde una buena parte del territorio es estatal y asumiendo que fuera imposible iniciar un proceso de privatización generalizado? ¿Cómo resolver los problemas de agregación? Ya lo expliqué. Hay dos proxys:
Primero, descentralizar la decisión a unidades administrativas inferiores a la administración central (provincias, comarcas o incluso municipios y barrios).
Segundo, asumir que el Parlamento es el órgano de gobierno comunitario del territorio estatal. Dado que el Estado no es una asociación voluntaria, deberían estar sometidos a restricciones morales más fuertes, de tal modo que, por ejemplo, las normas de entrada deberían ser las mismas para todos los extranjeros.
E insisto: es un error asumir que todas las personas de la comunidad tendrían una visión liberal aperturista. Eso no lo podemos saber a priori. La mejor manera de conocer esas preferencias es con los mecanismos que he mencionado. Mi postura es que una política de fronteras abiertas es una opción, no una obligación moral, ni mucho menos legal.
Dicho esto, aunque se apueste por una política de fronteras abiertas, hay que tener en cuenta varias cosas:
a) No es un derecho a vagabundear (alojarse en un espacio público) o comerciar en el mismo (v.gr. manteros). A no ser, claro, que lo permitieran los propios vecinos/condueños del espacio público.
b) El recién llegado no puede suponer una amenaza creíble contra la seguridad de la comunidad y los derechos de terceros: por ejemplo, pretende llevar a cabo un ataque terrorista o sufre de una enfermedad contagiosa de cierta letalidad (sería recomendable exigir una cartilla de vacunación).
c) No es un derecho a no ser discriminado en una propiedad privada individual. Por desgracia, tampoco se puede excluir actualmente a los nativos por determinadas circunstancias. Una de las grandes batallas que tienen por delante los liberales y los conservadores es acabar con la nefasta ley de los derechos civiles y sus diferentes ramificaciones.
d) No es un derecho de ciudadanía (derecho a voto para modificar el régimen constitucional de la comunidad política). Me gustaría comentar detalladamente este asunto, pero me alargaría demasiado. A mi parecer, se confunden constantemente los conceptos de nacionalidad, ciudadanía y personalidad.
e) No es un derecho a percibir prestaciones sociales públicas hasta que al menos se contribuya con un determinado montante de impuestos o se efectúe un copago.
f) Tampoco es un derecho a no ser deportado. La expulsión puede entenderse como un castigo proporcional para determinados crímenes siempre que conlleve una menor sanción económica o prisión. Estoy de acuerdo con que los presos (extranjeros y nativos) deberían pagar su manutención en la cárcel.
g) Lo siguiente se puede discutir. Pero una política de fronteras abiertas tampoco es un derecho a entrar sin ser invitado (sin tener un contrato laboral, un contrato de alquiler, una residencia familiar o de amigos). Es necesario una asociación previa.
Es un derecho de tránsito. Ni más ni menos.
Debo aclarar que las razones jurídicas para poder limitar la entrada de extranjeros (o de nativos a la propiedad) se encuentran en esta primera sección y en mi comentario previo. Lo siguiente que voy a comentar es que las consecuencias de la inmigración no siempre son positivas. Estos efectos pueden motivar (equivocada o acertadamente) a que los copropietarios impidan la entrada de determinadas personas o que una comunidad política imponga criterios de ciudadanía más duros. Pero repito, siempre amparándose en su derecho de propiedad y de autoorganización política, las consecuencias de la inmigración por sí mismas no legitiman ni tampoco desautorizan una política migratoria de fronteras abiertas ni cerradas.
Por eso, por ejemplo, no me parece válida la réplica de que una concesión más dura de la ciudadanía a la ciudadanía justificaría la expulsión de determinados grupos sociales nativos que votan mayoritariamente a determinadas formaciones políticas. Aparte de que hay una diferencia moral sustancial entre expulsar y no dejar entrar y entre expulsar y no dejar votar. Además, la inmensa mayoría de extranjeros ya tienen derecho a voto en sus comunidades de origen o pueden influir en el marco institucional de la comunidad de destino mediante su libertad de expresión (el título de persona precede a la ciudadanía). De hecho, algunos liberales prefieren no votar y recurren a la persuasión desde la sociedad civil.
Estoy de acuerdo en casi todo. Sigo teniendo dudas en que una privatización completa solucione el problema de agregar preferencias. Yo soy copropietario de una balsa de regadío bastante grande. Mucha gente va a bañarse y no a todos los propietarios les hace gracia. No habría problema si todos estuviéramos de acuerdo en dejar a la gente bañarse o no, pero como no es el caso y no hay una mayoría clara, ¿cómo lo arreglamos? ¿Qué regla de votación se aplica? La balsa es tan antigua que tampoco se pudo poner ninguna regla en el contrato. (Pd.: al final dejamos que la gente se bañe en buena medida pq era un tema que daba demasiado igual como para ponerse a discutir).
Y estoy de acuerdo conque la libre inmigración debería ser ni más ni menos que un derecho de tránsito por calles, parques y plazas "públicas" (o privadas comunales en las que no haya un claro, casi unánime rechazo a que no propietarios transiten) -además del derecho natural de todo hombre a firmar un contrato de vivienda o trabajo-, aunque como mi artículo no trataba la inmigración en ancapia me centré en otros temas. Pero ya digo, a mí me gustan los temas abstractos y el pensamiento hipotético, pero esto tiene poca salida.
El siguiente comentario lo iré mirando otro día. Un saludo.
Bueno, me lo he leído rápido; mañana me leeré los papers con más calma. Primeros pensamientos:
1/ Los papers hablan de Finlandia y Dinamarca, dos países con políticas migratorias horribles. Probablemente los peores junto a Suecia y en menor medida Francia -en términos de impuestos y subsidios, en otros Francia lo ha hecho peor-. Sigo manteniendo mi punto de que en los países en los que eso sea un problema debe reformarse el sistema tributario, no la inmigración. De hecho basta con igualar -yo defendería una sustancialmente menor- los beneficios fiscales con los nativos -y excluir a los mayores de 55 años de las ayudas-.
Conocía a Borjas, me cae bien, es un tipo muy profesional. Claramente hay perdedores, pero eso pasa con cualquier cosa. Cuando uno se gradúa de abogado perjudica a los abogados que ya estaban. Lo mismo pasa con una tecnología que reemplaza empleos. No es un tema que me quite el sueño, más aún cuando el neto es positivo -y es cierto que EEUU atrae mucho talento, pero tmb atrae muchísimo más mexicano que sólo tiene la primaria- y tiene mucho espacio para aumentar.
2/ Los links que pasas tienen una perspectiva temporal muy corta. Un tema bastante candente ahora mismo es que los Hispanos, que votaron contra Trump, ahora parecen apoyar al GOP con una mayoría sólida (https://twitter.com/GiancarloSopo/status/1520941028127256576). Aún así una cosa que añadir: probablemente las minorías étnicas votarían más a la derecha si... la derecha no tuviera un discurso contra las minorías étnicas (como claramente tenía el GOP contra los hispanos en 2016). Pd.: podríamos hacer el mismo experimento mental con las mujeres...
3/ No tengo nada que comentar
4/ Sí, el voto con los pies es lo más importante. Pero la segregación es a causa de que los nativos son más ricos, basta con mirar la segregación por renta -¿los blancos ricos huyen de los mexicanos ricos?-. Por otro lado yo lo que veo es que un turolense -como yo- prefiera irse a Zaragoza, Madrid o Barcelona a trabajar; a pesar de ser mucho más multiculturales que su pueblo -aunque hay cada excepción en Teruel que tela... la piscina de mi pueblo parece Pakistán-.
Siempre va a haber algún problema de agregación cuando los miembros de la decisión grupal son individuos en condiciones de igualdad. Se puede observar en algo tan trivial como la elección de un programa de televisión en una familia.
La propiedad privada y los contratos logran minimizarlo mediante un sistema de normas de gobernanza en competencia. Descentralización, imitación, compartimentación y retroalimentación. No hay otra. La virtud del mercado no se encuentra en que no falle (falla mucho), sino en el acotamiento de esos errores. E insisto. Al estar buena parte del territorio estatalizado el problema de agregación aumenta, no disminuye.
En cuanto al caso que mencionas, los vecinos pueden decidir en una votación que se utilice un carnet u otra forma de identificación para disfrutar de la poza. La vigilancia y hacer cumplir las normas es costoso (económica y emocionalmente), por lo que es probable que estas funciones se terminen delegando a un tercero o mediante un sistema de rotación de responsabilidad (un día vigila uno y otro día otro). Hoy por ti, mañana por mi.
Muchos de estos problemas se pueden resolver también con un sistema de precios/peajes/fianzas. Estoy seguro de que los copropietarios de una carretera terminarían imponiendo un peaje sin preocuparse demasiado por la procedencia del conductor.
Es cierto que hay un problema fundamental previo: el problema del demos: ¿quién elige sobre el hipotético sistema de normas y sobre qué elige? Pero tampoco es insalvable. Algún ejemplo: subasta para adquirir una empresa estatal; los titulares de los edificios o tierras adyacentes para gestionar una carretera o una plaza; las cooperativas de empleados en el caso de un antiguo colegio estatal o los empadronados en una comarca para explotar un bosque etc.
Sobre tu segundo comentario:
1/ No tengo nada que objetar. Pero la reforma debería ser integral para que no se generasen “ cuellos de botella”.
La mayoría de liberales hablan de abrir fronteras sin reformar primero el Estado del Bienestar. Me parece desaconsejable. La línea de pensamiento de Rallo va en este sentido, aunque le he escuchado decir que los inmigrantes deberían cotizar sin devengar derecho de pensión (un criterio de entrada que, incluso para mí, me parece bastante exigente y contraproducente).
2/ Desde que la ley de inmigración de 1965, las diferentes minorías de origen extranjero han votado de forma aplastante a los demócratas. Viene de lejos. De hecho, Trump obtuvo mejores porcentajes de voto que sus predecesores republicanos. Y ocurre en todos los países occidentales.
Es cierto que la retórica de la derecha no ayuda mucho a rascar voto. Por eso mencioné someramente que deberían insistir en que la inmigración baja es buena tanto para los nativos como para los recién llegados y abandonar el binomio ilegal/legal.
Es importante conocer las razones de ese cambio para especular si puede ser persistente. Los buenos números del partido republicano entre la comunidad latina en los estados fronterizos nos puede dar una pista.
Y ojo. No estoy diciendo que votar al partido republicano, o la derecha en general, sea el bien supremo, sino que el partido demócrata, o la izquierda en general, puede tener una importante ventaja ahí y esto terminará condicionando a las instituciones.
3/ Algo de eso hay. No lo niego. De hecho, me hace gracia cuando las grandes empresas presumen de su diversidad étnica/ de melanina. Da igual su origen. Todos parecen sacados de la misma cadena de montaje xD.
¿Pero qué determina la renta? ¿Se puede rechazar de plano el voto con los pies silencioso por motivos de convivencia? No lo creo. De todos modos, sería un tema interesante para un paper: “white flight controlado por nivel de renta”.
Luego está el asunto más general de que la gente es un poco cabezota y suele votar las mismas políticas de las que huyeron.
Y con esto termino. Seguiré leyendo tus futuras reflexiones.
Nótese la letra pequeña del gráfico: los inmigrantes no occidentales y sus descendientes...
En España, según FEDEA, las familias de los tres primeros quintiles de la distribución de rendimientos netos del trabajo son receptoras netas, el cuarto está en equilibrio y el último es contribuyente neto. ¿De verdad crees que las familias de inmigrantes no occidentales están sobrerrepresentadas en los dos últimos? España no es una potencia atrayendo talento.
El siguiente gráfico de George Borjas (El “amigo” de Bryan Caplan) es muy interesante sobre la contribución de la inmigración al PIB per cápita nativo. Obsérvese que el gráfico es previo a la acción redistributiva del Estado y que USA es el país del mundo con mayor capacidad para atraer talento global.
El lema de este Think Tank siempre me ha gustado: Low-immigration, Pro-immigrant . Personalmente, estoy convencido de que la inmigración baja es buena para los nativos y, en especial, para los recién llegados. Si fuese un gobernante supremo (Dios no lo quiera xD), establecería una política de fronteras abiertas entre países con un saldo migratorio neto similar entre ellos. Esta es la postura de Nassim Taleb.
2/ Los inmigrantes de origen inmigrante votan de forma aplastante a la izquierda (porcentajes superiores al 70%).
No digo que la demografía sea inevitablemente el destino, pero no cabe duda de que, de momento, es un caladero de votos clave para la izquierda. Es cierto que son más conservadores sociales y, en general, no están tan locos como sus pares blanquitos progresistas, pero termina primando su interés tribal y también la obtención de beneficios sociales. Lee Kuan Yew decía con acierto que en las sociedades multiculturales las personas votan por sus intereses étnicos y religiosos. Creo que este tipo de realineamiento político ya lo estamos viendo en Europa.
El siguiente artículo explica las razones del voto cautivo afroamericano del Partido Demócrata. Sus conclusiones me parecen válidas para otras minorías étnicas.
3/ No me parece tan irrelevante el sesgo exo grupo. Siempre es interesante conocer la sociología y psicología de las afiliaciones políticas. Al fin y al cabo, nuestras ideas e ideales terminan influyendo en las instituciones políticas.
Me parece bastante sorprendente que un conservador puntúe igual que un progresista en apertura al cambio, aunque leeré detenidamente el paper. Los progresistas son neofílicos y es bien sabido que los conservadores tienen un pensamiento más tribal. Zach Goldberg explica en su ensayo las posibles razones del sesgo exo grupo.
También es muy interesante el siguiente artículo de BG Chartlon sobre las disposiciones de personalidad de las personas de alto CI, o sea, las personas que ocupan los puestos de mayor influencia en las actuales sociedades del conocimiento, normalmente progresistas.
Como nota curiosa los conservadores tienen bastante mejor salud mental que los progresistas, ya que los primeros puntúan más bajo en neuroticismo. Esto termina permeando a sus propuestas políticas.
4/ En cuanto a las creencias de lujo, el voto con los pies suele hablar bastante alto. Es interesante el proceso imparable de segregación residencial y, en términos económicos, el gráfico de Borjas es bastante sugerente. Hasta el propio Rallo me reconoció que la inmigración puede contribuir a deprimir los salarios. Y bueno, te podría contar alguna anécdota persona, si bien las experiencias vividas individuales suelen carecer de validez argumental.
Gracias por leer. Hasta el siguiente artículo polémico xD.
Cuando los liberales defienden la ausencia de fronteras estatales están dando a entender que los actuales territorios fronterizos, las zonas comunes y la vía pública no serían de nadie o que sus dueños serían personas con una sensibilidad liberal aperturista.
Pero si los liberales defienden la pluralidad de puntos de vista, la universalidad de los derechos, la propiedad privada (individual y comunal) y la libertad de asociación, entonces, por definición, deben garantizar tanto (i) la facultad del propietario de excluir a otras personas del acceso a su propiedad como (ii) la extensión del privilegio de autoorganización de las urbanizaciones privadas al resto del territorio.
Se puede replicar que los acuerdos voluntarios con cualquiera de los miembros de la comunidad gozan de prioridad, pero no parece legítimo que la decisión de uno de ellos prevalezca sobre las preferencias del resto en caso de que resulte necesario atravesar primero sus propiedades. O dicho en términos más generales, un acuerdo entre A y B no proporciona la autoridad para invadir el dominio moral inatacable de C y, menos aún, en ausencia de un acuerdo previo.
Se puede contraargumentar que los derechos fundamentales no son ilimitados y todo el mundo debe ceder parte de su control (servidumbre de paso) para evitar una restricción severa de los intercambios y de la libertad de acción. Sobre esto, me gustaría hacer varias puntualizaciones:
El argumento no es deontológico. Desde la perspectiva del liberalismo, las intervenciones de corte consecuencialista deben tener un carácter excepcional
La servidumbre de paso no debería suponer un serio quebranto para los derechos individuales de los (co)propietarios: por ejemplo, sería lícito impedir el acceso a una persona que tiene intención de robar o con una enfermedad muy contagiosa.
La servidumbre de paso, como su propio nombre indica, otorgaría únicamente el derecho a cruzar la propiedad para perfeccionar la asociación: no implica un derecho a comerciar o de estadía mientras los copropietarios no lo permitan.
El argumento asume implícitamente que antes de acceder al territorio debe formalizarse un acuerdo con alguno de los dueños. Nótese que buena parte de los inmigrantes actuales entran antes de subscribirlo o de ser invitados.
En general, la simple mejora material no es una razón suficiente para permitir el tránsito de personas porque se acabaría justificando una fuerte redistribución de renta y otras conculcaciones del derecho de propiedad y de autoorganización de los miembros de la comunidad. La anulación extrema e irreversible de la capacidad de agencia de las partes involucradas es la restricción que me parece más razonable a las decisiones de los propietarios (por ejemplo, un vecino no puede sitiar indefinidamente la vivienda habitual de otro).
En suma, salvo casos excepcionales, el ejercicio de los derechos individuales no puede quebrantar inicial y activamente los derechos individuales de terceros.
¿Y qué ocurre con los criterios de entrada en las actuales sociedades estatales? En principio, como el territorio fronterizo y la mayoría de las vías públicas son estatales, no parece injustificado que el Parlamento establezca estos criterios. Ahora bien, dado que el Estado no es una asociación voluntaria y su ámbito territorial suele ser enorme, el diseño de estos requisitos debería estar o bien muy descentralizado (una mayor proximidad con los intereses de los ciudadanos permitiría una elevada variedad de criterios y sería un proxy de una situación de copropiedad privada del territorio) o bien, cuando la política migratoria recaiga en la Administración Central, habría que evitar en la medida de lo posible decisiones arbitrarias (es decir, los requisitos de entrada podrían ser muy duros o muy laxos, pero idénticos para todas las personas).
Es bueno recurrir al consenso entrecruzado para conocer la solidez de una postura, pero el problema es que se puede dar la vuelta a lo que señalas:
-Regla de Oro. Del mismo modo que no me gusta que me impidan asociarme con las personas que quiero, tampoco me gusta que me obliguen a asociarme con quien no deseo, ni tampoco perder poder de decisión sobre mi propiedad y los órganos de gobernanza de las zonas comunes (plazas, calles, carreteras…).
- Caridad cristiana. No rechaza por defecto a nadie, pero existe un orden de prevalencia (primero otros cristianos, la familia y los naturales de la comunidad). Recomiendo la sección de la Suma teológica donde se habla sobre la caridad, la Carta a los Gálatas y la encíclica Deus caritas est. El conocido ius peregrinandi et degendi era un argumento elaborado a posteriori por los juristas de la Escuela de Salamanca para justificar la conquista. No creo que lo hubiesen defendido en caso de que los amerindios hubiesen llegado antes a España.
-Liberalismo. Ya lo he explicado.
-Principio de diferencia/ deber de auxilio. 800 millones de chinos no han salido de la pobreza extrema emigrando a Occidente, sino comerciando y creando las instituciones adecuadas.
-Utilitarismo/ incremento de la renta per cápita mundial. Varias cosas al respecto:
En términos fiscales, suele haber un efecto composición entre la inmigración occidental y no occidental: los primeros son contribuyentes netos durante toda la vida y los segundos receptores netos. El Gobierno danés ha hecho interesantes estudios al respecto.
George Borjas también tiene potentes estudios sobre el impacto no fiscal (contribución de la inmigración al incremento de la renta per cápita nativa) y los resultados no son nada halagüeños para las clases medias y bajas. Se puede señalar que la situación de los inmigrantes mejora, pero no es verdad que los nativos siempre ganen con la inmigración y estaría por ver su impacto a largo plazo. Además, los estudios son para EEUU con una gran capacidad para atraer talento, en lugar de países con mercados laborales y educativos más disfuncionales como el nuestro.
Hay múltiples causas que explican la reducción de la criminalidad, pero sería más informativo un gráfico con las tasas de criminalidad de los extranjeros y de los nativos o, mejor aún, las tasas de criminalidad de las culturas del honor (estructura social básica de clan, banda y familia extensa) y las culturas de la dignidad (estructura social básica individuo y familia nuclear).
Aunque, como digo, los criterios de entrada pueden ser increíblemente exigentes o laxos, la deportación puede ser un castigo penal apropiado en un régimen de fronteras estatales abiertas siempre que se garantice la igualdad con los nativos. Por ejemplo, si a un nativo le sancionaran con 20 años de cárcel por un asesinato, a un extranjero le podrían sancionar con 15 años + deportación.
Los cambios profundos en la demografía tienen un impacto sustancial en las instituciones formales e informales. Todos tenemos la misma dignidad intrínseca, pero ni todos somos iguales, ni somos hojas en blanco, ni piezas de Lego perfectamente intercambiables. Los liberales, salvo casos muy excepcionales, tienen unos conocimientos muy pobres de biodiversidad humana.
Joseph Henrich explica detalladamente cómo el liberalismo surgió en Europa por unas diferencia notables en los valores psicológicos (individualismo, inconformismo, confianza en extraños) con respecto a otras regiones del mundo.
Por otro lado, las personas de origen extranjero votan de forma aplastante a la izquierda (salvo alguna excepción que veremos en el siguiente punto) y la naturalización se ha convertido en un arma política de primer nivel: si no puedes cambiar a tus gobernados, cambia de gobernados. Es cierto que unos criterios muy duros de concesión de la ciudadanía son compatibles con las fronteras abiertas, pero parece bastante probable que cuántos más extranjeros haya, más extranjeros tendrán derecho a voto por una mera cuestión numérica.
Para finalizar, los liberales también sufren de determinados sesgos:
-Sesgo exo grupo. Este sesgo consiste en la preferencia de grupos étnicos ajenos sobre el propio. Se trata del rasgo psicológico de apertura al cambio y de confianza en extraños llevado al paroxismo con nulo sentido de autopreservación. Recomiendo el ensayo “The American White Savior Complex” de Zach Goldberg.
- La defensa de las fronteras abiertas adquiere en muchas ocasiones la forma de creencia de lujo, un término acuñado por el genial Rob Henderson. Las creencias de lujo son ideas muy contagiosas para ganar estatus y que generan importantes costes a los demás. La élite gana con un subclase de trabajadores en constante reemplazo y suelen vivir en urbanizaciones cerradas con importantes restricciones al tránsito de personas y vehículos.
No es de extrañar que las clases populares nativas reniegan cada vez más de las posturas progresistas o que el voto hispano de los estados fronterizos se esté decantando por el partido republicano.
A veces el karma se la devuelve a esta gente. Mira lo que ocurrió durante la final de la Champions en Saint Denis. La gente guapa y bien sufrió en sus propias carnes las bondades del multiculturalismo que tanto pregonan. Por ejemplo, el fundador de Jazztel estuvo a un tris de declararse admirador del pintor austriaco cuando las manadas de magrebíes amedrentaron a su familia.
En suma, lo que estoy proponiendo es extender este privilegio de autoorganización de las “gated community” al resto del territorio estatal antes de que sea demasiado tarde. Eso sería el verdadero orden liberal en lugar de la canción Imagine de John Lennon.
Estoy de acuerdo con que uno en su propiedad puede excluir a quien quiera, pero desde luego la vía pública no es propiedad privada de nadie. Supongamos que toda España se descentralizase y privatizara; si no hay unanimidad respecto a este tema, ¿qué regla agrega las preferencias de los propietarios? Si encuentras esa regla, ¿qué potestad tiene sobre los que ya son propietarios? ¿Pueden el resto echar a uno? ¿A su hijo, si cuando se privatizó España no había nacido? ¿Pueden votar -con la regla que sea- que los rubios no pueden caminar por la plaza del pueblo? ¿Sólo si no son propietarios? ¿O a los que tengan una copia de "Estado, Anarquía y Utopía" en su casa?
Quizás en un pueblo de 50 personas se podría hacer, lo que no puedes es limitar la inmigración ahora argumentando que el Estado representa la voluntad de todos los españoles y se limita a imitar lo que cada uno haría con su propiedad privada.
Un sistema de fronteras abiertas ya arbitra esas decisiones de una forma bastante eficiente, a mi parecer. Si mucha gente no quiere relacionarse con ellos -en sentido amplio, incluyendo contratos laborales y de comercio- simplemente no vendrán. En cambio si hay gente dispuesta a arrendarles casas, darles trabajo y comerciar con ellos significa que tanto rechazo no tenían. Este método tiene el extra de que es a prueba de hipocresía porque los propietarios toman decisiones actuando y recibiendo beneficios o pérdidas en carne propia y de forma directa, en vez de votando. Y como siempre digo las acciones hablan más fuerte que las palabras.
Otros temas rápidos:
-No existe brecha entre inmigrantes occidentales y no occidentales a la hora de ser pagadores netos de impuestos más allá de que, por ejemplo, un moro tenga más hijos y cierto país -como Suecia- de ayudas por hijo. En ese caso debemos quejarnos de las ayudas, no de la inmigración. En Suiza la peor inmigración posible -Oriente Medio + guerra- fue pagadora neta y con tasas de criminalidad muy similares a la de los nativos -que ya de por sí son un pueblo muy pacífico-
-Estoy de acuerdo con lo de las deportaciones, aunque prefiero los tratados de extradición para no encarcelarlo aquí los 15 años. Otra solución sería un sistema penal donde el reo pagara su estancia, en cuyo caso me da igual.
-Los inmigrantes tienen unos votos muy parecidos a los locales -algo más a la izquierda en temas económicos y a la derecha en sociales-. Y si que votaran a la izquierda fuera un argumento deberíamos exiliar a los licenciados en Bellas Artes. En todo caso, como comento, el factor más relevante y con diferencia es la edad del inmigrante.
-El sesgo exo grupo es irrelevante: liberales, conservadores y progresistas tienen una apertura al cambio muy similar (https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0042366#pone.0042366-Carney1)
-Es cierto que mucha gente defiende la inmigración libre como idea lujosa y que muchos trabajadores están en contra. Los primeros usan malos argumentos y los segundos están equivocados.
Antes de nada, muchas gracias por tu interesantísima réplica, perdón por la tardanza y creo que hacia el final de mi comentario anterior, me fui calentado un poco. No me lo tengas en cuenta xd. Me arrepiento de haber escrito "manadas" de magrebíes.
Empecemos. Lo que es del común sí es de algún. En un orden liberal pata negra y congruente con sus principios habría que iniciar un proceso de desestatalización de la propiedad. Todo está sujeto a privatización: calles, carreteras, plazas, bosques, ríos etc.
El régimen de propiedad ideal para gestionar este tipo de bienes que son difíciles de dividir es la propiedad privada comunal. No es una quimera. Nuestras propias comunidades de vecinos, las urbanizaciones privadas o las instituciones de origen medieval que estudia Elinor Ostrom son buenos ejemplos de cómo la sociedad civil puede gestionar este tipo de bienes.
El proceso de privatización no está exento de problemas, pero tampoco es imposible. Por ejemplo, una plaza o una calle puede pertenecer a los propietarios de los bloques de viviendas adyacentes. Ellos serían los nuevos copropietarios o condueños de la calle.
Este proceso no implicaría la expulsión de extranjeros. Primero, porque muchos ya son propietarios, segundo, porque se puede aplicar una amnistía o leyes que no tenga un carácter retroactivo para los que accedieron ilegalmente.
La privatización resuelve el problema de la agregación de preferencia ya que si algún sistema de gobernanza no es exitoso sus efectos no se repercuten a terceros y sirven de ejemplo a los demás.
¿Y qué pasa en las actuales comunidades políticas donde una buena parte del territorio es estatal y asumiendo que fuera imposible iniciar un proceso de privatización generalizado? ¿Cómo resolver los problemas de agregación? Ya lo expliqué. Hay dos proxys:
Primero, descentralizar la decisión a unidades administrativas inferiores a la administración central (provincias, comarcas o incluso municipios y barrios).
Segundo, asumir que el Parlamento es el órgano de gobierno comunitario del territorio estatal. Dado que el Estado no es una asociación voluntaria, deberían estar sometidos a restricciones morales más fuertes, de tal modo que, por ejemplo, las normas de entrada deberían ser las mismas para todos los extranjeros.
E insisto: es un error asumir que todas las personas de la comunidad tendrían una visión liberal aperturista. Eso no lo podemos saber a priori. La mejor manera de conocer esas preferencias es con los mecanismos que he mencionado. Mi postura es que una política de fronteras abiertas es una opción, no una obligación moral, ni mucho menos legal.
Dicho esto, aunque se apueste por una política de fronteras abiertas, hay que tener en cuenta varias cosas:
a) No es un derecho a vagabundear (alojarse en un espacio público) o comerciar en el mismo (v.gr. manteros). A no ser, claro, que lo permitieran los propios vecinos/condueños del espacio público.
b) El recién llegado no puede suponer una amenaza creíble contra la seguridad de la comunidad y los derechos de terceros: por ejemplo, pretende llevar a cabo un ataque terrorista o sufre de una enfermedad contagiosa de cierta letalidad (sería recomendable exigir una cartilla de vacunación).
c) No es un derecho a no ser discriminado en una propiedad privada individual. Por desgracia, tampoco se puede excluir actualmente a los nativos por determinadas circunstancias. Una de las grandes batallas que tienen por delante los liberales y los conservadores es acabar con la nefasta ley de los derechos civiles y sus diferentes ramificaciones.
d) No es un derecho de ciudadanía (derecho a voto para modificar el régimen constitucional de la comunidad política). Me gustaría comentar detalladamente este asunto, pero me alargaría demasiado. A mi parecer, se confunden constantemente los conceptos de nacionalidad, ciudadanía y personalidad.
e) No es un derecho a percibir prestaciones sociales públicas hasta que al menos se contribuya con un determinado montante de impuestos o se efectúe un copago.
f) Tampoco es un derecho a no ser deportado. La expulsión puede entenderse como un castigo proporcional para determinados crímenes siempre que conlleve una menor sanción económica o prisión. Estoy de acuerdo con que los presos (extranjeros y nativos) deberían pagar su manutención en la cárcel.
g) Lo siguiente se puede discutir. Pero una política de fronteras abiertas tampoco es un derecho a entrar sin ser invitado (sin tener un contrato laboral, un contrato de alquiler, una residencia familiar o de amigos). Es necesario una asociación previa.
Es un derecho de tránsito. Ni más ni menos.
Debo aclarar que las razones jurídicas para poder limitar la entrada de extranjeros (o de nativos a la propiedad) se encuentran en esta primera sección y en mi comentario previo. Lo siguiente que voy a comentar es que las consecuencias de la inmigración no siempre son positivas. Estos efectos pueden motivar (equivocada o acertadamente) a que los copropietarios impidan la entrada de determinadas personas o que una comunidad política imponga criterios de ciudadanía más duros. Pero repito, siempre amparándose en su derecho de propiedad y de autoorganización política, las consecuencias de la inmigración por sí mismas no legitiman ni tampoco desautorizan una política migratoria de fronteras abiertas ni cerradas.
Por eso, por ejemplo, no me parece válida la réplica de que una concesión más dura de la ciudadanía a la ciudadanía justificaría la expulsión de determinados grupos sociales nativos que votan mayoritariamente a determinadas formaciones políticas. Aparte de que hay una diferencia moral sustancial entre expulsar y no dejar entrar y entre expulsar y no dejar votar. Además, la inmensa mayoría de extranjeros ya tienen derecho a voto en sus comunidades de origen o pueden influir en el marco institucional de la comunidad de destino mediante su libertad de expresión (el título de persona precede a la ciudadanía). De hecho, algunos liberales prefieren no votar y recurren a la persuasión desde la sociedad civil.
(Sigue)
Estoy de acuerdo en casi todo. Sigo teniendo dudas en que una privatización completa solucione el problema de agregar preferencias. Yo soy copropietario de una balsa de regadío bastante grande. Mucha gente va a bañarse y no a todos los propietarios les hace gracia. No habría problema si todos estuviéramos de acuerdo en dejar a la gente bañarse o no, pero como no es el caso y no hay una mayoría clara, ¿cómo lo arreglamos? ¿Qué regla de votación se aplica? La balsa es tan antigua que tampoco se pudo poner ninguna regla en el contrato. (Pd.: al final dejamos que la gente se bañe en buena medida pq era un tema que daba demasiado igual como para ponerse a discutir).
Y estoy de acuerdo conque la libre inmigración debería ser ni más ni menos que un derecho de tránsito por calles, parques y plazas "públicas" (o privadas comunales en las que no haya un claro, casi unánime rechazo a que no propietarios transiten) -además del derecho natural de todo hombre a firmar un contrato de vivienda o trabajo-, aunque como mi artículo no trataba la inmigración en ancapia me centré en otros temas. Pero ya digo, a mí me gustan los temas abstractos y el pensamiento hipotético, pero esto tiene poca salida.
El siguiente comentario lo iré mirando otro día. Un saludo.
Bueno, me lo he leído rápido; mañana me leeré los papers con más calma. Primeros pensamientos:
1/ Los papers hablan de Finlandia y Dinamarca, dos países con políticas migratorias horribles. Probablemente los peores junto a Suecia y en menor medida Francia -en términos de impuestos y subsidios, en otros Francia lo ha hecho peor-. Sigo manteniendo mi punto de que en los países en los que eso sea un problema debe reformarse el sistema tributario, no la inmigración. De hecho basta con igualar -yo defendería una sustancialmente menor- los beneficios fiscales con los nativos -y excluir a los mayores de 55 años de las ayudas-.
Conocía a Borjas, me cae bien, es un tipo muy profesional. Claramente hay perdedores, pero eso pasa con cualquier cosa. Cuando uno se gradúa de abogado perjudica a los abogados que ya estaban. Lo mismo pasa con una tecnología que reemplaza empleos. No es un tema que me quite el sueño, más aún cuando el neto es positivo -y es cierto que EEUU atrae mucho talento, pero tmb atrae muchísimo más mexicano que sólo tiene la primaria- y tiene mucho espacio para aumentar.
2/ Los links que pasas tienen una perspectiva temporal muy corta. Un tema bastante candente ahora mismo es que los Hispanos, que votaron contra Trump, ahora parecen apoyar al GOP con una mayoría sólida (https://twitter.com/GiancarloSopo/status/1520941028127256576). Aún así una cosa que añadir: probablemente las minorías étnicas votarían más a la derecha si... la derecha no tuviera un discurso contra las minorías étnicas (como claramente tenía el GOP contra los hispanos en 2016). Pd.: podríamos hacer el mismo experimento mental con las mujeres...
3/ No tengo nada que comentar
4/ Sí, el voto con los pies es lo más importante. Pero la segregación es a causa de que los nativos son más ricos, basta con mirar la segregación por renta -¿los blancos ricos huyen de los mexicanos ricos?-. Por otro lado yo lo que veo es que un turolense -como yo- prefiera irse a Zaragoza, Madrid o Barcelona a trabajar; a pesar de ser mucho más multiculturales que su pueblo -aunque hay cada excepción en Teruel que tela... la piscina de mi pueblo parece Pakistán-.
Siempre va a haber algún problema de agregación cuando los miembros de la decisión grupal son individuos en condiciones de igualdad. Se puede observar en algo tan trivial como la elección de un programa de televisión en una familia.
La propiedad privada y los contratos logran minimizarlo mediante un sistema de normas de gobernanza en competencia. Descentralización, imitación, compartimentación y retroalimentación. No hay otra. La virtud del mercado no se encuentra en que no falle (falla mucho), sino en el acotamiento de esos errores. E insisto. Al estar buena parte del territorio estatalizado el problema de agregación aumenta, no disminuye.
En cuanto al caso que mencionas, los vecinos pueden decidir en una votación que se utilice un carnet u otra forma de identificación para disfrutar de la poza. La vigilancia y hacer cumplir las normas es costoso (económica y emocionalmente), por lo que es probable que estas funciones se terminen delegando a un tercero o mediante un sistema de rotación de responsabilidad (un día vigila uno y otro día otro). Hoy por ti, mañana por mi.
Muchos de estos problemas se pueden resolver también con un sistema de precios/peajes/fianzas. Estoy seguro de que los copropietarios de una carretera terminarían imponiendo un peaje sin preocuparse demasiado por la procedencia del conductor.
Es cierto que hay un problema fundamental previo: el problema del demos: ¿quién elige sobre el hipotético sistema de normas y sobre qué elige? Pero tampoco es insalvable. Algún ejemplo: subasta para adquirir una empresa estatal; los titulares de los edificios o tierras adyacentes para gestionar una carretera o una plaza; las cooperativas de empleados en el caso de un antiguo colegio estatal o los empadronados en una comarca para explotar un bosque etc.
Sobre tu segundo comentario:
1/ No tengo nada que objetar. Pero la reforma debería ser integral para que no se generasen “ cuellos de botella”.
La mayoría de liberales hablan de abrir fronteras sin reformar primero el Estado del Bienestar. Me parece desaconsejable. La línea de pensamiento de Rallo va en este sentido, aunque le he escuchado decir que los inmigrantes deberían cotizar sin devengar derecho de pensión (un criterio de entrada que, incluso para mí, me parece bastante exigente y contraproducente).
2/ Desde que la ley de inmigración de 1965, las diferentes minorías de origen extranjero han votado de forma aplastante a los demócratas. Viene de lejos. De hecho, Trump obtuvo mejores porcentajes de voto que sus predecesores republicanos. Y ocurre en todos los países occidentales.
Es cierto que la retórica de la derecha no ayuda mucho a rascar voto. Por eso mencioné someramente que deberían insistir en que la inmigración baja es buena tanto para los nativos como para los recién llegados y abandonar el binomio ilegal/legal.
Es importante conocer las razones de ese cambio para especular si puede ser persistente. Los buenos números del partido republicano entre la comunidad latina en los estados fronterizos nos puede dar una pista.
Y ojo. No estoy diciendo que votar al partido republicano, o la derecha en general, sea el bien supremo, sino que el partido demócrata, o la izquierda en general, puede tener una importante ventaja ahí y esto terminará condicionando a las instituciones.
3/ Algo de eso hay. No lo niego. De hecho, me hace gracia cuando las grandes empresas presumen de su diversidad étnica/ de melanina. Da igual su origen. Todos parecen sacados de la misma cadena de montaje xD.
¿Pero qué determina la renta? ¿Se puede rechazar de plano el voto con los pies silencioso por motivos de convivencia? No lo creo. De todos modos, sería un tema interesante para un paper: “white flight controlado por nivel de renta”.
Luego está el asunto más general de que la gente es un poco cabezota y suele votar las mismas políticas de las que huyeron.
Y con esto termino. Seguiré leyendo tus futuras reflexiones.
Un saludo.
Sigamos.
1/ La inmigración no occidental es en la mayoría de países receptora neta fiscal neta durante TODA su vida.
https://openpsych.net/files/papers/Kirkegaard_2017c.pdf
https://www.economist.com/europe/2021/12/18/why-have-danes-turned-against-immigration
Nótese la letra pequeña del gráfico: los inmigrantes no occidentales y sus descendientes...
En España, según FEDEA, las familias de los tres primeros quintiles de la distribución de rendimientos netos del trabajo son receptoras netas, el cuarto está en equilibrio y el último es contribuyente neto. ¿De verdad crees que las familias de inmigrantes no occidentales están sobrerrepresentadas en los dos últimos? España no es una potencia atrayendo talento.
https://www.fedea.net/observatorio-sobre-el-reparto-de-los-impuestos-y-las-prestaciones-monetarias-entre-los-hogares-espanoles-cuarto-informe-2016-y-2017/
El siguiente gráfico de George Borjas (El “amigo” de Bryan Caplan) es muy interesante sobre la contribución de la inmigración al PIB per cápita nativo. Obsérvese que el gráfico es previo a la acción redistributiva del Estado y que USA es el país del mundo con mayor capacidad para atraer talento global.
https://cis.org/North/Borjas-Charted-Who-Benefits-Economically-Immigration
El lema de este Think Tank siempre me ha gustado: Low-immigration, Pro-immigrant . Personalmente, estoy convencido de que la inmigración baja es buena para los nativos y, en especial, para los recién llegados. Si fuese un gobernante supremo (Dios no lo quiera xD), establecería una política de fronteras abiertas entre países con un saldo migratorio neto similar entre ellos. Esta es la postura de Nassim Taleb.
2/ Los inmigrantes de origen inmigrante votan de forma aplastante a la izquierda (porcentajes superiores al 70%).
https://www.bbc.com/news/election-us-2016-37922587
¿Quién ganaría las elecciones si solo votaran los blancos? ¿Y si solo votaran las minorías étnicas?
https://twitter.com/Rosemvmt/status/1309311079277830145
Porcentajes de voto de las minorías étnicas en UK. En algunos casos votan casi el 100% al partido laborista. Algo completamente ridículo. https://twitter.com/90248a/status/1206946221551689730
"El voto de los nuevos españoles tiene un acento rojo". Menudas perlas sueltan algunos de los entrevistados...
https://elpais.com/politica/2016/06/16/actualidad/1466099495_887942.html
No digo que la demografía sea inevitablemente el destino, pero no cabe duda de que, de momento, es un caladero de votos clave para la izquierda. Es cierto que son más conservadores sociales y, en general, no están tan locos como sus pares blanquitos progresistas, pero termina primando su interés tribal y también la obtención de beneficios sociales. Lee Kuan Yew decía con acierto que en las sociedades multiculturales las personas votan por sus intereses étnicos y religiosos. Creo que este tipo de realineamiento político ya lo estamos viendo en Europa.
El siguiente artículo explica las razones del voto cautivo afroamericano del Partido Demócrata. Sus conclusiones me parecen válidas para otras minorías étnicas.
https://www.niskanencenter.org/why-are-black-conservatives-still-democrats/
3/ No me parece tan irrelevante el sesgo exo grupo. Siempre es interesante conocer la sociología y psicología de las afiliaciones políticas. Al fin y al cabo, nuestras ideas e ideales terminan influyendo en las instituciones políticas.
Me parece bastante sorprendente que un conservador puntúe igual que un progresista en apertura al cambio, aunque leeré detenidamente el paper. Los progresistas son neofílicos y es bien sabido que los conservadores tienen un pensamiento más tribal. Zach Goldberg explica en su ensayo las posibles razones del sesgo exo grupo.
https://www.tabletmag.com/sections/news/articles/americas-white-saviors
También es muy interesante el siguiente artículo de BG Chartlon sobre las disposiciones de personalidad de las personas de alto CI, o sea, las personas que ocupan los puestos de mayor influencia en las actuales sociedades del conocimiento, normalmente progresistas.
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0306987709005556
Como nota curiosa los conservadores tienen bastante mejor salud mental que los progresistas, ya que los primeros puntúan más bajo en neuroticismo. Esto termina permeando a sus propuestas políticas.
4/ En cuanto a las creencias de lujo, el voto con los pies suele hablar bastante alto. Es interesante el proceso imparable de segregación residencial y, en términos económicos, el gráfico de Borjas es bastante sugerente. Hasta el propio Rallo me reconoció que la inmigración puede contribuir a deprimir los salarios. Y bueno, te podría contar alguna anécdota persona, si bien las experiencias vividas individuales suelen carecer de validez argumental.
Gracias por leer. Hasta el siguiente artículo polémico xD.