La cuántica es determinista y tú sigues sin ser especial
Tu conciencia no viola las leyes del Universo
Demonio de Laplace: si alguien supiera la posición, velocidad, carga, masa, etc, de todas las partículas del Universo y conociera sus leyes podría predecir su posición en cualquier momento, lo cual implica que todo en la existencia está ‘determinado’.
Esta es la idea de determinismo clásica, una concepción mecanicista propia de su época, totalmente refutada por la mecánica cuántica y su aleatoriedad. O no. A ver, empecemos por definir “mecanicismo” y “determinismo”:
Determinismo fuerte: el estado del Universo en un instante de tiempo depende únicamente del estado del Universo en el instante anterior (y las leyes de la física), y es único.
Determinismo débil: similar al caso anterior, pero un mismo estado del Universo (con las mismas leyes de la física) puede evolucionar en varios estados posibles.
Mecanicismo: la evolución temporal del estado del Universo sólo está regida por las leyes físicas (y el estado actual del mismo).
La física cuántica1 mata el determinismo fuerte, pero es determinista débil. Y por supuesto, es mecanicista.
La idea que tiene la gente cuando usa la cuántica para negar el determinismo
Creo que la idea más extendida es algo así como la que se expone en este vídeo, recomiendo ver al menos el último minuto:
La idea final del vídeo es la que quiero negar, la resumo más o menos así:
Es cierto que no existen cosas como el alma -lo que todo el mundo entiende por alma, no me vengáis con la definición aristotélica- y que todo está regido por las frías leyes de la física, pero mira. Es posible que en tu cerebro se dé algún proceso cuántico que, amplificado por un circuito caótico, varíe enormemente tus acciones, luego tus decisiones no están predeterminadas.
Esto puede ser cierto, pero es irrelevante. Dejando de lado la parte empírica -a la que le doy menos de un 1% de ser cierta, pero aceptémoslo a efectos didácticos- de que el cerebro amplifique de tal manera los ‘outliers’ estadísticos cuánticos: eso no explica lo que tú crees que explica.
No, eso no da lugar al “libre albedrío” tal y como se suele definir (¿tomar decisiones independientemente de las leyes físicas? no sé, nunca me ha quedado muy claro). Diría que la premisa subyacente es negar el mecanicismo: que esas fluctuaciones cuánticas no son producto del azar (azar que sigue la distribución de probabilidad dada por las leyes físicas), sino que “algo” extrafísico (¿tu alma? ¿consciencia inmaterial?) las “fuerza”2 para provocar una cadena causal en tu cerebro que te haga actuar “como has decidido”, pero esta afirmación va mucho más lejos que decir “en tu cerebro hay procesos cuánticos relevantes así que no puedes predecir al 100% en qué estado va a estar aunque conocieras todo sobre él en un momento concreto”.
Las críticas
Esta idea es tremendamente básica y no debería ser particularmente polémica, pero levanta una oleada de críticas. El problema es que se mueven en un marco tan equivocado que es difícil contestarles, es como si alguien dijera que 2+2=tomate, no basta con hacer la suma para desmentirlo, tienes que enseñarle el propio concepto de número primero. Despojadas de todo palabrerío y términos mal definidos (o no definidos en absoluto) sólo veo dos críticas:
No sabemos explicar la consciencia, de hecho no concibo siquiera que se pueda explicar como electrones moviéndose por neuronas y tal, CLARAMENTE no se puede explicar así, luego tiene que haber algo que se salga de la física.
Si el determinismo es cierto entonces la vida no tiene sentido, como yo quiero que la vida tenga sentido me enfado y no respiro, luego el determinismo es falso.
La segunda puede parecer un hombre de paja pero os prometo que es la postura más habitual en este debate. Respecto a la primera, no pretendo explicar aquí la consciencia, en parte porque es cierto que no la conocemos -aunque sí lo hacemos mucho mejor de lo que mucha gente estaría dispuesta a admitir- y en parte porque sería poner el foco fuera del actor principal: recuerden las palabras de Rajoy:
Que no sepamos explicar la lluvia, o que ni siquiera nos acerquemos a comprenderla, no significa que esté causada por *introduzca su término esotérico favorito. Fuera de coñas, los experimentos cuánticos como la doble rendija, o ‘el borrador cuántico’ (mi favorito) también fueron completamente impensables en su día, pero impensables de decir “esto viola todo lo que creíamos saber, desde que un simple observador cambia la realidad hasta el propio concepto de causalidad”, y hoy lo entendemos, al menos todo lo bien que unas ecuaciones te permitan hacerlo3.
La visión correcta
Tengo por norma no escribir un artículo si no voy a aportar nada relevante que pueda aportar presentando otros dos de otra gente, en este post me la he saltado un poco porque efectivamente podría haber presentado este artículo de Francisco Capella y me daría por satisfecho, pero quería hacer un poco de hincapié en el argumento concreto de la cuántica porque lo veo muchas veces y es obviamente falso.
La voluntad del ser humano y su capacidad de elegir no sólo no violan las leyes deterministas de la naturaleza sino que son su resultado y no podrían existir sin ellas ya que las necesitan para poder funcionar. El cerebro opera conforme a leyes físicas, químicas y neurológicas y además representa las regularidades de la realidad y sus circunstancias concretas, usa conocimiento acerca de las leyes que describen la dinámica de los sistemas para predecir, explicar y controlar parcialmente su evolución. La acción no es posible sin determinismo causal. […]
El determinismo no destruye la responsabilidad moral ya que se trata de fenómenos de niveles o ámbitos diferentes. La responsabilidad moral es la idea que se transmite a los agentes individuales en un entorno social de que sus acciones pueden afectar a otros y sufrir represalias por los daños causados: es un mecanismo de advertencia y protección de la cooperación y convivencia. Es una excusa falaz el excusarse alegando que yo no lo hice sino que fue mi cerebro o mis genes: tú eres tu cerebro y tus genes (no eres un espíritu en una máquina, eres esa máquina).
¿Se quedan cosas en el tintero? Por supuesto. Me gustaría hablar de cómo cuando alguien introduce cosas esotéricas (almas, dioses, etc) para explicar la consciencia, dice (o afirma implícitamente) que están fuera de las leyes físicas, en vez de decir que deberíamos ampliar las leyes para explicar esos fenómenos (¿acaso el alma no sigue ninguna ley, simetría, regularidad, distribución de probabilidad al “tomar decisiones”?).
No quiero terminar con más debates, pero un consejo por si os queréis empantanar con estos temas: mucho cuidado a las palabras. Lo normal es que dos personas se pongan a debatir sobre si existe el libre albedrío sin haberlo definido antes, lo que inevitablemente desemboca en un debate sobre la definición de libre albedrío; y no hay debates más estériles que aquellos sobre definiciones. Lo mismo pasa con determinismo: mucha gente lo define únicamente a partir de su versión fuerte, niegan esta versión, se creen que han negado el determinismo, y por tanto han probado el *vete tú a saber qué*, es que dudo que negar que el Universo siga reglas, patrones, simetrías, etc; tenga sentido (incluso si las cosas pasaran al azar me cuesta separar el azar del concepto de ‘distribución de probabilidad’, y eso es una regularidad).
Por algún motivo la gente también menciona la segunda ley de la termodinámica como un ejemplo en contra del Demonio de Laplace. No he comentado que a este demonio se le suele atribuir la capacidad de, conocido todo sobre el presente, conocer también el pasado; porque sería meterme en un debate que no tiene que ver con el tema sobre si, aunque dado un estado del Universo sólo evolucione de una manera en el determinismo fuerte, esta relación es biyectiva, i.e. pasamos del estado A al estado B, ¿pero es posible llegar al estado B desde el estado C? En todo caso la irreversibilidad termodinámica no es un buen argumento contra este punto.
También es común encontrar que la teoría de el caos contradeciría al demonio, pero eso es o no entender la teoría de el caos o hacer un hombre de paja del demonio, que tiene información perfecta y capacidad de cálculo infinito.
Otras críticas consisten en decir que el demonio no tiene sentido porque debería conocerse también a sí mismo y eso genera problemas; nuevamente es no haber entendido el argumento: el demonio no existe, es una metáfora.
i.e. de alguna manera tienes “suerte” con los movimientos aleatorios de un electrón. No rompen ninguna ley física, pero si tienen una probabilidad entre 100 de “saltar aleatoriamente” al lugar que te conviene para la decisión que “has tomado/quieres tomar”, ese ocurrirá por poco probable que sea. Sí, no tiene mucho sentido y no queda muy claro lo que quiero decir. Digamos que tiras una moneda y “quieres” que salgan 100 caras seguidas. Eso es posible pero poco probable, pues bien, la consciencia consistiría en algo extrafísico que haga que salgan 100 veces cara por poco probable que sea. El argumento sería más complejo, porque esta cosa extrafísica tiene que 1) tener información sobre ti y tu entorno, 2) procesarla a una gran velocidad, 3) tomar una decisión de alguna forma, 4) calcular cómo tiene que forzar los electrones de tu cerebro para que tu cuerpo actúe como esa cosa ha decidido que tiene que actuar.
Uno podría decir que a través de las ecuaciones no conoces la “ontología” de los fenómenos. Ok, pero eso es otro tema que nada tiene que ver con este debate.
¿Es necesaria la libertad biofísica ( el libre albedrío) para exigir responsabilidad moral? ¿las leyes físicas y el libre albedrío son mutuamente excluyentes? ¿Los seres humanos no somos especiales?
1/ La ciencia no está tan cerca de refutar la existencia de una libertad biofísica. Hay una base neuronal para el libre albedrío (o libertad biofísica). Lo que niega cualquier determinista es que a) somos la verdadera fuente de nuestras propias acciones y b) tenemos la capacidad de hacer (o de haber hecho) lo contrario. Recurrir a la inexistencia del alma o de un mundo metafísico no me parecen argumentos suficientes ni necesarios para negar el libre albedrío. Lecturas recomendadas:
-"La base neuronal del libre albedrío. Causación Criterial" de Peter Ulrich Tse.
https://www.amazon.es/Neural-Basis-Free-Will-Criterial/dp/0262528312
-"Regreso desde el futuro: posdicción voluntaria de la dirección del movimiento aparente percibido" de Peter Ulrich Tse. ¿Te ha molado el subtitulo del ensayo, eh? xD.
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0042698917301694
- El blog "The Information Philospher"
https://www.informationphilosopher.com/knowledge/information.html
- "El Libre Albedrío es Real" de Stuart. T. Doyle. La escala y las verdaderas fuentes de nuestras acciones. La capacidad de hacer lo contrario. Autorreferencia e Indecedibilidad.
https://www.skeptic.com/reading_room/free-will-is-real/?utm_source=substack&utm_medium=email
2/ Los deterministas suelen caer en una contradicción, ya que consideran que su contraparte no tiene libertad de elección, pero que tiene libertad para ser persuadida y convencida racionalmente. En realidad, deben admitir que no pueden saber si su postura se acepta en base a sus buenos argumentos o a que, sencillamente, su interlocutor no puede creer en otra cosa. Sin libre albedrío, con independencia de que sea una presunción emocional, una institución social o una realidad física, el debate moral, filosófico o científico pierde su razón de ser. Y es que como decía el Nobel de Literatura y compatibilista Isaac Singer: “Debemos creer en el libre albedrío, no tenemos elección”.
3/ La responsabilidad moral puede fundamentarse en intuiciones morales sin necesidad de recurrir al libre albedrío. Veámoslo con el siguiente ejemplo:
Un matrimonio está durmiendo y el marido golpea a la mujer mediante un movimiento fortuito de su brazo. El hombre rápidamente ve lo que ha hecho y se disculpa. Ahora supongamos que esa misma persona se despierta, golpea a su mujer y se hace el dormido.
Aunque la causa de estas acciones sea la interacción inevitable de partículas subatómicas, se puede afirmar sin temor a equivocarnos que ningún sistema moral justo las valorará igual y que la segunda conducta será sancionada. Dicho lo cuál, creo que la intuición moral que subyace a esta preferencia sigue siendo la creencia en el libre albedrío.
4/ Para finalizar, aunque todo lo anterior fuera erróneo, debe haber reglas que prioricen los proyectos de vida incompatibles de las personas. Imaginemos que un asesino se declara inimputable ante un juez diciendo que sus acciones dependen de fuerzas físicas ajenas a su control y que no pudo haber hecho lo contrario y que el juez responde que tampoco puede evitar condenarlo por los mismos motivos. ¿A quién damos la razón? Los derechos individuales y el debido proceso del liberalismo se pueden justificar por el simple hecho de que son normas minimalistas universales, simétricas y funcionales que resuelven estos conflictos interpersonales, sea cuál sea el proceso subyacente de la acción. Además, estas reglas se pueden defender desde posturas filosóficas, científicas e incluso religiosas muy heterogéneas dotándolas de una mayor fuerza moral (lo que John Rawls llamaba consenso entrecruzado).
Vamos , lo que comenta Paco Capella, pero con otras palabras. ¿Y en serio no somos especiales? Me cuesta asumir que los seres humanos no lo somos cuando podemos reconocer un valor sagrado en nuestros semejantes, aunque discrepemos en muchas cosas, o cuando nos entretenemos con estas ideas xDD.
Un saludo, Carlos.