No se puede, es que no se puede. Bueno, técnicamente hay una escotilla de salida, la trataremos al final. Sobran las introducciones, veamos el argumento:
La tauromaquia está mal porque
genera sufrimiento animal
el beneficio marginal en los humanos es pequeño
ponderando ambas, descontando en los animales lo que sea necesario, el sufrimiento no compensa el disfrute.
El disfrute entre humanos se pondera igual (universalidad) y el sufrimiento de los toros se pondera similarmente al del ganado
Para la mayoría de gente occidental, el consumo de carne
genera sufrimiento animal
el beneficio marginal, casi enteramente disfrute, es pequeño
El sufrimiento/disfrute en la tauromaquia no está varios órdenes de magnitud separado del sufrimiento/disfrute en el consumo de carne
Conclusión: para la mayoría de gente occidental que comparta el razonamiento (1) sobre la tauromaquia, el consumo de carne debería estar más o menos igual visto.
Explicación alternativa
Como el anterior no ha sido un razonamiento estrictamente formal, dejadme explicarlo de otra manera. Se parte de una razonable premisa implícita de que está mal generar mucho sufrimiento a cambio de un beneficio pequeño, o expresado de otro modo: si vas a hacer algo terrible necesitas muy buenos motivos para ello.
Se toma como premisa el punto de vista anti-taurino: que los beneficios de la tauromaquia -el disfrute del público y podríamos meter de manera secundaria los beneficios económicos, pero vamos a obviarlos porque no cambian el razonamiento y me obligaría a escribir parrafadas de texto innecesarias- no compensan el dolor de los toros. Esto nos da además una cota mínima de sufrimiento/disfrute.
El siguiente punto consiste en hacer ver que el comer carne viola esa cuota, este argumento tiene dos vertientes:
En el plano teórico, hay gente que parece reconocer que causar sufrimiento animal a cambio de beneficios para humanos puede (según su magnitud) estar mal, como en el caso de la caza recreativa o la tauromaquia, pero no aplica el mismo razonamiento a otras actividades -presumiblemente aquellas de las que participa y se beneficia- como el comer carne.
En el plano práctico, es un hecho empírico que habrá que demostrar o falsar si, efectivamente, el ratio sufrimiento/disfrute en la industria cárnica es mayor o igual que el de la industria taurina.
Por mera formalidad, aunque no lo veo necesario desarrollar, asumimos que el mismo disfrute en un taurino viendo una corrida (de toros) y un anti-taurino comiéndose un chuletón son igualmente comparables, y que el mismo sufrimiento (subjetivo) en un toro y un pollo son moralmente comparables, al contrario que entre un toro y un humano, por ejemplo.
Pasemos a ver cuáles son las premisas más controvertidas del razonamiento.
El sufrimiento en la industria animal
Por no defender una versión fuerte del argumento, no voy a decir que ser anti-taurino tendría que conllevar no comer carne bajo ninguna circunstancia, pero sí aquella salida de una macrogranja (y probablemente alguna más a niveles más pequeños, pero no vamos a entrar ahí).
El motivo es bastante obvio y no merece la pena dedicarle mucho tiempo. Comparad la vida del toro con la de un cerdo en esas granjas, ¿cuál preferiríais ser? Si asumimos que el sufrimiento del toro es tal que merece la condena de la tauromaquia entonces debemos asumir que el sufrimiento del ganado está varios órdenes de magnitud por encima, tanto por número como por trato recibido.
Quizás se podría decir que el argumento no es que el sufrimiento del toro sea alto, sino que el problema está en que sea público (causar sufrimiento está bien, pero yo que no me entere) o en que la gente debería sentirse peor al ver las corridas (pero sin considerar estas intrínsecamente malas) o algo así, pero no creo que sea un argumento muy extendido y daría para unas críticas mucho más destructivas que la de “eres un hipócrita por criticar el toreo mientras te comes un chuletón”.
El beneficio de comer carne
Si el sufrimiento es mucho mayor, entonces el beneficio también lo debe ser para resultar admisible. Primero, ver que debe ser extremadamente alto, una corrida (que dura apenas unas horas como mucho) con un toro que ha sido bastante bien cuidado toda su vida no compensa el disfrute de las 1.000 o 10.000 personas que la estén viendo, pero en el caso de un pollo (lo pongo de ejemplo al ser el animal más consumido) apenas tenemos para saciar una (1) comida de una (1) familia, habiendo sufrido el pollo mucho más que el toro (recordemos que asumimos que el mismo sufrimiento subjetivo es moralmente similar en ambos animales). Esta simple comparación debería falsar automáticamente la premisa de que el disfrute obtenido con el consumo de carne compense el sufrimiento animal, pero existe un contraargumento de peso.
Si los beneficios del consumo de carne fueran más allá del disfrute, otro gallo cantaría. Nadie puede reprocharle a un vampiro que beba sangre humana si la necesita para sobrevivir -lo cual no significa que no pueda defenderse de su ataque. Sin embargo esta no parece una vía de razonamiento especialmente fructífera: todos conocemos a veganos que tienen una vida completamente normal. Es cierto que hay daños marginales (como una menor testosterona) pero son eso, marginales; y también existen beneficios (como una menor probabilidad de cáncer). Uno podría argumentar que la dieta vegana es más cara que la omnívora, pero esto sería erróneo por dos motivos:
El argumento no es que toda dieta vegana sea como mínimo igualmente funcional (en coste económico y beneficio nutritivo1), sino que existe alguna dieta vegana que sí lo es. La idea ni siquiera es mantener una dieta vegana con la misma satisfacción que una omnívora, sino una que reporte una satisfacción considerablemente menor2, ya que el disfrute extra no compensa el sufrimiento animal. Uno puede tener una dieta 100% funcional a base de lechuga y lentejas (hipérbole), no necesita pasarse por la sección de sustitutos cárnicos del Mercadona.
Aunque toda dieta vegana nutricionalmente válida fuera más cara, mientras una persona dedique dinero a ocio el argumento sigue siendo válido, porque como el dinero es fungible bastaría conque se pase a la dieta vegana y recorte ese dinero de su ocio, el razonamiento expuesto al principio del post seguiría siendo el mismo.
Estos dos puntos no son aplicables a toda persona, hay quien necesita comer carne por motivos médicos (incluso vamos a dar un paso a atletas profesionales, va) y en Sierra Leona probablemente una dieta vegana no sea nutricionalmente posible, al menos al coste que ellos pueden manejar. Pero si volvéis a la preposición (3) veréis que la idea de universalizar el argumento nunca ha estado sobre la mesa: debemos, una vez más, distinguir el operador lógico para todo del existe algún.
Beneficio marginal
Una buena réplica al punto anterior es que no estamos teniendo en cuenta la marginalidad de las preferencias. Puede ser cierto que el ratio sufrimiento/disfrute en la tauromaquia sea menor que en la industria cárnica, pero la tauromaquia es más fácilmente sustituible por otras actividades lúdicas que reporten un disfrute ligeramente inferior por mucho menos sufrimiento; mientras que como debemos comer sí o sí, sustituir la carne no tiene una alternativa con un beneficio marginal tan cercano.
Si bien esto es cierto, considero que sus implicaciones son más bien despreciables, por dos motivos:
En primer lugar, implicaría cambiar la crítica de la tauromaquia de “no está bien que hagáis sufrir tanto al animal a cambio de tan poco” por “no está bien que hagáis sufrir tanto al animal a cambio de tan poco teniendo alternativas cercanas”, pero no tengo claro hasta qué punto este es el razonamiento esgrimido por la mayoría de anti-taurinos. En cualquier caso si hay alguien que razone así leyendo este artículo por favor que deje en los comentarios una aproximación cualitativa de cómo de lejos debería estar la siguiente alternativa a la tauromaquia para que el razonamiento tenga peso.
En segundo lugar, no creo que sea particularmente cierto que el beneficio marginal de comer carne tenga que estar mucho más arriba que sus alternativas. En parte por lo comentado en el apartado anterior de que puedes recurrir a sustitutos de gran calidad, rebajando tu fuente de ocio con valor marginal más bajo; y en parte porque existen culturas con un consumo de carne mucho menor, como la India, en la que esto no parece un problema. Que el cambio cultural (a nivel individual) sea difícil es un asunto distinto.
Acción individual
Por último, uno podría argumentar que aunque todo la anterior sea cierto también es poco relevante, ya que el hecho de que él deje de consumir carne no va a reducir apenas el sufrimiento animal. Correctamente podría decir que, de manera similar al voto, si todos dejáramos de votar vete tú a saber qué ocurriría, pero el hecho de que yo no vote no afecta a que otros voten. De hecho, dejar de consumir carne podría simplemente reducir la demanda manteniendo igual la oferta, rebajando así el precio e incentivando a los que siguen comiendo carne a consumir aún más, hasta volver al equilibrio anterior.
Nuevamente, hay dos problemas con este argumento:
La elasticidad (la sensibilidad de la oferta ante cambios de demanda) parece ser relativamente alta en estos casos, según algunas estimaciones3 dejar de comer un huevo reduce la cantidad de huevos producidos por 0.91, 1 litro de leche en 0.56 litros, un kilo de ternera en 0.68 kilos y un kilo de cerdo o pollo en 0.75 kilos.
No es lo mismo “dejar de hacer un bien”, como podría interpretarse (siendo muy caritativos) el emitir un voto informado, que hacer el mal. Si vas caminando por la calle y ves que están violando a una moza entre 20 tipos, probablemente que tú te unas a ellos no resultará en un perjuicio para la moza (la diferencia de que te violen entre 20 o 21 asumo que es muy pequeña), pero eso no significa que esté bien que te les unas (asumamos que eres un ser horrible que disfrutaría del acto y simplemente no viola en condiciones normales porque teme las repercusiones). Podría escribir otro párrafo justificando por qué esto sigue siendo así independientemente de que, por ejemplo, pidas ayuda a la policía pero te la cepilles mientras lleguen y luego huyas o algo así, pero nuevamente no lo veo necesario.
Conclusión
Por resumir, no puedes criticar a otros por causar sufrimiento a un animal para su entretenimiento si tú haces lo mismo comiendo carne, una actividad que genera cantidades obscenas de perjuicios a cambio de, lo que descubierto de escusas de mal pagador, es un entretenimiento. Es perfectamente factible tener una dieta vegana funcional y tener niveles de felicidad totalmente comparables a los de alguien omnívoro, aunque para el argumento bastaría conque estos niveles no estuvieran radicalmente por debajo.
Obviamente, y aunque no veo necesario recordarlo, todo esto es cierto mientras asumamos que la premisa (1), la de que la tauromaquia está mal4, sea cierta. Que sea falsa no implica que la conclusión también lo sea5, pero no nos da argumentos para decidirlo. Tampoco significa que si comes carne te tengan que gustar los toros: hay que separar la moral (lo descriptivo) de la ética (lo prescriptivo).
Ah, se me olvidaba comentar la escotilla de escape. Es simple. Una cosa es conocer/entender/intuir la diferencia entre el bien y el mal, y otra actuar en consecuencia. Yo, por ejemplo, entiendo que está mal leer un libro pirata que podría comprar por Amazon, pero sigo leyendo pirata pq elijo, conscientemente y sin poner escusas, hacer el mal.
pd. Como es razonable extraer conclusiones no sólo de lo escrito, sino del tono o el contexto: mi posición es negar (1), aunque probablemente se haya dado a entender lo contrario.
Por favor, no saltemos con lo del B12. A los animales se les inyecta pero, más relevante para nuestro caso, que haya que tomar suplementos no afecta en nada al razonamiento, en especial mientras sean tan baratos.
Un argumento poco controvertido sería que, si existiera un sustituto perfecto de la carne con el mismo coste y propiedades organolépticas (sabor, textura, etc), sin ninguna externalidad negativa o efecto secundario extra; y capaces de producirse en masa etc, etc; entonces deberíamos consumir ese producto en vez de seguir criando animales.
Doing Good Better: How Effective Altruism Can Help You Make a Difference, William MacAskill. No es probablemente la mejor fuente, pero tampoco me apetecía ponerle demasiado esfuerzo en este sentido a este artículo.
Como habréis podido comprobar en este post no estoy poniendo apenas referencias ni notas a pie de página con fuentes porque me parece que lo importante es entender el razonamiento y no tanto entrar en los debates empíricos sobre las preposiciones, pero bueno.
No vamos a complicar el debate separando estar mal/ deber está prohibido, etc
Por ejemplo, alguien podría -erróneamente a mi parecer, pero ese es otro debate- justificar el dejar de consumir carne (o al menos de ternera) por las emisiones de CO2, sin tener por qué estar en contra de la tauromaquia
Soberbio. Creo que ni en 100 vidas habría hecho una exposición como la tuya.
Siempre había tenido esta intuición de que un toro vive a cuerpo de rey y que solo sufre en el momento de su muerte ( e incluso tiene alguna oportunidad de "cobrarse venganza" contra su verdugo), mientras que no ocurre lo mismo con un animal encerrado en una granja industrial. Para valorar el nivel de disfrute o de sufrimiento no hay que centrarse únicamente en los últimos momentos vitales.
Ahora bien y tal como aclaras al final, esta cuestión la estás analizando en términos de moral y no en términos de justicia. ¿Es inmoral burlarse de un discapacitado? Lo es. ¿Es injusto, es decir, debes recibir una sanción penal por burlarte de él? No lo parece, salvo que se estuviese conculcando alguna norma derivada de los derechos naturales ("en mi propiedad no puedes burlarte de discapacitados").
Por eso te invito a que escribas un artículo de por qué piensas que los animales son (o no son) sujetos de derecho. Debo decir que no me convence la sintiencia (ni siquiera la agencia intencional) como fuente de personalidad y que los "derechos" de los animales son de facto privilegios de (algunos) animales. Si algún día hablas sobre este asunto, ya expondré con mucho más detalle mis razones sobre la no personalidad de los animales y a qué se debe el auge del veganismo (spoiler: otra derivada del proceso imparable de gracilización del ser humano).