Como Scott Alexander, yo no puedo odiar Bitcoin, pero creo que ha habido un error, el movimiento libertario le ha prestado demasiada atención.
En dos entradas anteriores ya traté por qué existe Bitcoin:
Y cuál está siendo el presente de las cryptomonedas, donde básicamente expliqué que 1) las más exitosas en cuanto a su uso son cryptos relativamente centralizadas y con fianzas muy bajas y 2) que BTC (y las cryptos en general) no se veían como un “oro digital” sino como las acciones de una tecnológica:
Yo mismo he operado con estas divisas, tanto para especular1 (y he salido ganando, así que no tengo un resentimiento personal) como por su utilidad práctica (pudiendo apostar en polymarket, donde también he ganado dinero, así que de nuevo no le tengo una hostilidad personal).
Sea como fuere, vamos al tema que habrá llamado vuestra atención: por qué creo que Bitcoin ha sido una mala apuesta del movimiento libertario.
No soluciona un problema tan grave
Bitcoin vendría a solucionar el poder que los Estados tienen sobre el dinero. ¿Es este poder real? Mucho menor de lo que mucha gente piensa (si no sabes por qué, lee el primer artículo sobre BTC que escribí), pero desde luego es un poder que existe, y que puede hacer estragos. ¿Pero BTC limitaría mucho este poder? No (de nuevo, si no sabes por qué, al primer artículo).
En cualquier caso, la moneda fiat no es un desastre, o desde luego no tiene por qué serlo. Tanto en mis artículos sobre Bitcoin como en uno completamente independiente, “Gráficos que odio”, dedico unos párrafos a criticar la idea de que el dólar es un despropósito por el valor que ha perdido (tldr; es una estupidez usar un gráfico que parte en 1920, nadie ha estado atesorando dólares debajo del colchón desde entonces).
Lo cierto, y esto enfada a mucha gente (no debería), es que el dinero no es el gran problema del siglo XXI, y tal y como estamos pues la verdad es que estamos bastante bien. Incluso en los sitios en los que no lo están (*cof *cof, Argentina), la solución sobre la mesa es la dolarización (i.e. subordinarte al mayor Banco Central del planeta), una medida que ha sido tremendamente exitosa en Panamá, Ecuador y El Salvador.
Aquí ya empezamos a ver los problemas. Muchos bitcoiners son libertarios, y muchos libertarios son bitcoiners, así que este asunto ha recibido una enorme cantidad de atención, pero mi primera crítica es que, simplemente, todo ese esfuerzo hubiera estado mejor invertido en otras áreas.
Por poner tan sólo un ejemplo, en EEUU está habiendo un movimiento tremendamente exitoso a la hora de conseguir resultados reales, los YIMBY, que defienden una premisa libertaria radical: “deberíamos permitir a la gente construir el edificio que quiera en su propiedad privada, no deberíamos hacer que por ley sólo se pueda construir un chalet unipersonal”.
Esta es una proclama profundamente libertaria, sin embargo los mayores iconos del movimiento no han sido libertarios (aunque sí los ha habido y con mucho peso, véase la influencia del Cato), lo que a mi parecer es todo un desperdicio porque:
Si quieres promocionar tu movimiento no hay nada mejor que hacer que se aprueben leyes populares y colgarte la medalla y
si más libertarios hubieran trabajado en ello, los resultados serían mejores, y estos resultados (bajar drásticamente el precio de la vivienda, por ejemplo) sí son muy relevantes en las vidas de todo el mundo.
Sabemos que los libertarios son mucho más autistas que el resto de la gente y que les gustan los debates sobre temas abstractos,2 pero también son mucho más utilitaristas que el resto de la gente. Ojalá esta última facción hubiera ganado y se hubiera dedicado todo ese capital humano a hacer del mundo un lugar mucho mejor.
Además, si algo ha demostrado el movimiento YIMBY es que para cambiar las cosas no hace falta ser un divulgador hiperconocido, basta con tener unos objetivos claros y actuar a nivel local (tampoco es que esto se le escapara a cualquiera que hubiera estado un poco atento a los movimientos de izquierda).
Y ojo, que no parezca que esto lo es todo. También hemos visto un movimiento enorme y esta vez sí, liderado por prominentes libertarios, en el ámbito de los derechos civiles, con enormes éxitos en el Tribunal Supremo de los EEUU. Esta gente mola, los que hablan de cryptos, no tanto.
Juntarte con estafadores no es bueno
Hace un tiempo el divulgador libertario más famoso de España, JRR, dio una charla en un evento llamado MundoCrypto:
Este evento lo dirige un estafador de la peor calaña, que se alimenta de las esperanzas frustradas de adolescentes (físicos y mentales) perdidos. El propio evento (que en sí mismo no era una estafa, quede claro) fue un bluff tremendo, pero no estamos para eso.
¿El problema? De nuevo, el autismo de los libertarios.
¿Se invalidan las ideas de alguien por que se junte con malas personas? No.
¿Rallo se equivocó en algo en esa charla? No, de hecho fue altamente positiva y creo que pudo ayudar mucho a las potenciales víctimas del director del evento al criticar las shitcoins, aunque hubiera preferido un “qué sepáis todos que el señor que me ha invitado es un estafador hijo de la gran puta” seguido de un trago de whisky, unos aplausos y una despedida sin decir nada.
Ahora bien, si Juan Rallo dedica su tiempo al comentario político en vez de a la escritura de libros es porque intenta convencer a gente que no es libertaria de que lo sea. Y si no son libertarios y el liberalismo es cierto (i.e. es más justo y genera mayor bienestar) es porque esa gente o bien se equivoca o bien defiende sus intereses de manera espuria.
En cualquier caso, y aquí es a donde quiero llegar, si todo el mundo fuera un autista racional como Rallo (lo digo en el buen sentido) no haría falta un Juan Ramón Rallo en YouTube o en los platós de televisión.
Así, dado que la mayor parte de la población no ha sido lo suficientemente racional como para elegir la opción política correcta, no le puedes pedir que se pongan autistas cuando te digan “¿pero ese economista no salía a promocionar el evento de un estafador?”.
El propio Rallo hizo un vídeo defendiendo su participación. De nuevo, hizo hincapié en cosas ciertas como su llamamiento a la prudencia a la hora de comprar cryptos o el papel de la responsabilidad individual al acudir a este tipo de eventos. Todo eso es verdad, pero si la gente a la que tienes que convencer te sigue criticando que uses un “escenario contrafactual” para estudiar si el SMI ha destruido o no empleo, ¿de verdad les pides que vayan a ser racionales en esto?
Supongamos que una persona pone muchísimo esfuerzo en defender la libertad de reunión de un grupo de gente, con cierta confianza de que en esa reunión van a vender una estafa (de nuevo, no es el caso de MundoCrypto, aunque sí de otras reuniones similares del pavo que lo dirige3). Tú haces hincapié en que no defiendes el producto, defiendes la libertad de asociación y la responsabilidad individual.
Al día siguiente, 10.000 adolescentes han perdido sus ahorros, ¿realmente esperas que nadie te lo eche en cara?
Conclusión
Sé que el tema amerita más discusión, pero prefiero lanzar unas ideas y discutir los matices en los comentarios.
Mi resumen es sencillo:
Si los libertarios quieren que se aprueben leyes que beneficien a la población, hay sectores donde poner su esfuerzo conseguiría muchos mejores resultados, pues ni el problema que BTC quiere solucionar es tan grave, ni su solución es tan buena.
Si lo que quieren es simplemente “divulgar ideas”, centrarse tanto en estas me sigue pareciendo un error. Se te va a quedar mala fama (aunque por motivos inmerecidos) y eso arruinará el resto de tu discurso.
Y ojo, el caso de Rallo me parece el más generoso, podría hablar de otros donde la faceta de “libertario” me parece una máscara para vender tus movidas crypto. Este tipo de gente nunca convencerán a un no-libertario, pero si “arruinan” (sí, ya sé lo de la responsabilidad individual y todo eso, relean la sección anterior) a algún libertario joven que le siguiera, pues dudo que no se replantee su posición.
Todo sea dicho, creo que justamente los jóvenes más o menos sin ideología son los únicos a los que esta peña puede convencer para hacerlos libertarios. No sé si la estrategia es útil (tanto en cuanto funcione para ampliar de manera estable el número de libertarios), pero desde luego tener a los defensores del mejor sistema económico y moral captando pibes para su causa con promesas de fortuna, comunidad y rebeldía no parece ser el pináculo de las buenas artes.
También es cierto que este artículo llega tarde (llevaba meses en “borradores”) y ahora el tema (por suerte) está mucho más de capa caída. Y, por supuesto, toda esta crítica es marginal, el efecto que esto haya podido tener debe ser necesariamente pequeño. Negativo, sí, pero pequeño.
Me despido como he empezado, no odio las crypto, sí el potencial desperdiciado y el hype desmedido. Y creo que ha habido mucho.
Por curiosidad, principalmente con Cardano. Compré cuando estaba a $1 y vendí cuando se acercó a $3. Al principio (cuando era más imbécil que ahora) le vi mucho potencial al proyecto -aunque siempre pensé en comprar para especular- pero por suerte me desencanté pronto.
Haidt, J., et all (2012), Understanding Libertarian Morality: The Psychological Dispositions of Self-Identified Libertarians
En otro evento de MundoCrypto presentaron DAG como, cita textual, “La Gran Inversión”, pero después de meter hype y que su precio se disparara, alguien misterioso vendió su parte (oh sorpresa, era una parte muy importante de la market cap) y todo el resto de gente se arruinó
Hola Carlos, leí el artículo con mucha atención pero no me queda claro cuál es el problema que quiere resolver Bitcoin y por qué no lo resuelve. Gracias.